jueves, 14 de mayo de 2015

Mi autosatisfacción anal


El fin de semana me encontraba sola  en casa algo aburrida mi esposo se había ido a trabajar y mis hijos a sus cursos sabatinos me puse a viajar por la red y puse  unos videos porno lo que ocasiono que  me calentara, fui a mi cuarto y saque mis juguetitos entre estos  se encontraban una bolas chinas, de estas que son alargadas y que van de pequeño a grande.
 Sentí el impulso infrenable de utilizarlas. No obstante empecé a jugar con ellas y la verdad que me excite muchísimo.

Me unté los dedos con el lubricante  y poco a poco empecé a masajearme el culito, pasando suavemente uno de mis dedos. De vez en cuando dejaba que un dedito asomara un poco por el agujerito, moviéndolo en círculos para que se fuera abriendo el agujerito. La verdad es que esta situación me puso muy caliente, al poco tiempo de estar jugando con el dedito, empecé a meter la tira de las bolas chinas, una a una, suavemente y esa sensación me encanto.

Después de haberlas metido todas, tire del arillo que queda afuera y salió la bola más grande de todas y eso me puso muy cachonda, sentía como mi panocha  empezaba a humedecerse y mis pezones se ponían muy duros, así que nuevamente tire del arillo sacando otra bola de menor tamaño que la primera y nuevamente note un placer indescriptible.

Me volví a meter las bolas y estuve un rato andando por la casa, me puse a barrer y a lavar con la bolas dentro de mi culo, lo cuan me excitaba muchísimo y la verdad que tanto me excite que me senté en la sala y lubrique un vibrador también y lo metí en mi panocha que ya chorreaba, con todas las bolas dentro de mi culo y empecé a meter y sacar sin parar  el vibrador en mi panochita caliente, con las piernas bien abiertas.
Me sentía toda una puta, es una experiencia que he tenido y que me parece cachondo contarla. 

besos bye.





















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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.