martes, 26 de diciembre de 2017

RECORDANDO MI ANTIGUA PROFESION

HOLA COMO ESTÁN MIS QUERIDOS LECTORES , EN ESTAS FIESTAS  DECEMBRINAS UN ANTIGUO AMIGO QUE ES SUPERVISOR ME INVITO A QUE CUBRIERA UN EVENTO QUE TENIA PARA UNA EMPRESA , Y AQUÍ ESTOY  RECORDANDO MIS ÉPOCAS DE EDECAN, ME ENCANTO MUCHO VOLVER A TRABAJAR EN ESTE EVENTO. DESPUÉS  DEL EVENTO ME FUI A COGER CON EL MUY RIKO, COMENTEN COMO ME VEO. DESPUÉS LES CUENTO COMO ME COGIÓ MI AMIGO. BESOS BYE 











sábado, 16 de diciembre de 2017

Asi soy de Puta

Muchos de ustedes ya me conocen, saben que soy una mujer que me gusta mucho el morbo y el exhibicionismo. tengo 43 años, mido 1.57, cabello café, ojos miel, tetas medianas, me depilo mi vagina que es estrecha y rica como mi culo, mis nalgas son medianas y sabrosas. Es lo que más me gusta de mí, dicen que estoy muy buena. Me encanta como se me quedan viendo cuando voy caminando, ver cómo me quieren desnudar solo con la mirada, eso me excita.


Así quiero demostrar que nosotras las esposas podemos ser MAS PUTAS. Ya no me asustan las jovencitas golfitas.

Esta es un a recopilación muy breve de mis fotitos, espero les guste , ya estare subiendo mas .Besos bye.





























Satisfaciendo mi cuerpo

Cuando estoy en casa y no hay nadie me gusta andar desnuda, sintiendo mi cuerpo libre, sin complicaciones, me parece muy excitante andar suelta, sintiendo el roce de mis piernas.
Era sábado en la noche, sin nada que hacer, saqué unas cervezas del refri y encendí la PC, me metí a una página porno y puse una película, empecé a acariciarme las tetas, y a apretar mis piernas, el roce de mis piernas con mi panocha es totalmente excitante, mi panochita perfectamente depilada, una de mis manos sube y me meto un dedo a la boca, para humedecerlo y baja hasta mi panocha, empieza a abrirse camino, llega hasta mi hueco y me doy cuenta que estoy más mojada de lo que me imaginaba, con mis dedos empiezo a distribuir esos jugos por toda mi panochita, con mi otra mano me apretó mis tetas, las estrujo y cierro los ojos para dejarme llevar por lo que estoy haciendo.
Mi dedo sube hasta encontrar mi rajita, que está roja y gruesa, excitada y esperando que yo misma satisfaga mis ganas. Me doy gusto un rato, moviendo rápidamente mi dedo, me ayudo con un movimiento de cadera, y trato de besarme mis tetas, que están ya rojas, de los pellizcos y apretones que me proporciono.
Me levanto y voy directamente al refri, saco un pepino, es de buen tamaño, en su parte inicial es delgado, pero va aumentando su grosor.
Vuelvo a mi cama, y en la PC el tipo la está penetrando por el culo y por la concha, la mujer tiene un consolador que ella misma lo mueve a su gusto. Meto la parte delgada del pepino en mi boca, lo lamo, lo mamo, como si fuera una gran verga, y mi mano está ocupada, dándome gusto, metiendo dos dedos en mi panocha mojada y tibia, aprieto mis piernas, y la sensación de mi mano en mi panocha es indescriptible, luego bajo el pepino, abro muy bien las piernas, para que mi panocha quede expuesta, empiezo a penetrarme con ese buen pepino, que sé que me va a hacer gozar, empiezo a meter despacio el tronco, entra y sale, sin dificultad, y mi boca esta con mis dedos, lamiéndolos y gozando, luego, paso mi mano por detrás de mí, para que el pepino penetre mejor, mis piernas están al máximo, y mis gemidos se hacen salvajes, hummmmm siiiiiiiiii, ¡¡¡qué bien!!!, el pepino está en la mitad, y mi cuerpo me pide más.
Me levanto sin sacarme el pepino de mi agujero, coloco una almohada en el centro de la cama, y me paro sobre ella, bajo, suavemente, sosteniendo el pepino para que no se salga de mi agujero, que está lleno, ¡pero con gamas de más!
Llego hasta la almohada, y entonces empiezo a bajar más y más para que el pepino entre, me duele, ¡Ahhhhhhhh! Ya está la parte más gruesa dentro de mí, y se está abriendo camino sin tapujos, empujo más y más, ¡¡¡si!!! Me siento totalmente llena, y lo dejo ahí por unos instantes para que mi panocha se acostumbre al nuevo tamaño del instrumento que me parte en dos. Luego, me acuesto nuevamente en la cama, y con mi mano, le doy movimientos giratorios al pepino, eso me arranca muchos gemidos. De gozo, de placer, el movimiento cambia y empieza el mete y saca desenfrenado de mi mano, ¡que hace que me corra de una vez! ¡Ahhhhhhhhhhhhhh! ¡Siiiiiiiiiiii! Y lanzo un suspiro, dejo a mi amigo ahí, por un rato, me gusta esa sensación, mis jugos brotan por entre mi entrepierna y el pepino sale solo, gracias a la lubricación de mi corrida.
Lo tomo, y me lo llevo a la boca, donde lo limpio y no dejo una sola gota, el sabor de mis jugos es fabuloso, y mi boca queda abierta como deseando más…
Busco entre los cajones, algo que me ayude con esta tarea, y encuentro uno de mis consoladores de buen grosor

Lo tomo y las empiezo a besar, lo lamo, lo muevo en mi boca, suavemente, una de mis manos lleva el líquido que todavía queda en mi panocha hacia mi agujero, voy dilatando poco a poco mi culo, porque quiero pasármela en grande, logro meter la punta de mi dedo, empiezo a moverlo de un lado al otro, y me vuelvo a excitar mucho, mis jugos ya están saliendo de nuevo, bajan y ayudan a mi dedo, agarro el cosolador  hacia mi culo, empiezo a meterlo, lentamente, ya está mojada, pero necesita más ayuda. Levanto mi culo, me pongo en cuatro sobre la cama, y abro bien mis nalgas, para facilitarle el paso a mi juguete,  entra y luego la saco, entra hasta cierto punto y sale, ¡ah! ¡Que gusto! es muy interesante sentir ese juguete en mi interior, cuando logro tener lo máximo en mi culo, y hacerme gozar todo lo que puedo, tomo el pepino y me la clavo en mi panocha, que a esa hora estaba chorreando mis jugos por mis piernas, el mete y saca de los dos instrumentos me vuelven loca, ¡¡¡Sí!!! Mis gemidos y gritos deben escucharse, pero no me importa, estoy disfrutando tanto que no me importa si toda la calle se da cuenta, ¡¡¡ah!!!! ¡¡¡Si, que rico, es delicioso, ah!!!! Me estremezco y termino con otra corrida mundial ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh!  Muchos Besos bye.










En el mercado

Hola
En una ocasión en la que no pude ir al mercado acompañada de mi esposo, como todos los domingos por la mañana, sino hasta el martes. Ese martes llegué al mercado normalmente. Empecé a ver lo que iba a comprar y al llegar al puesto donde compro el pescado, había mucha gente por lo que me paré lo más cerca del mismo.
Ahí estaba yo cuando no sé de donde salio un hombre que de una manera descarada me arrimó su bultote y me dio una agarrada de nalgas que me dejó sin poder reaccionar, mientras se perdía de nuevo entre la gente. Volteé discretamente tratando de ver si alguien más lo había visto y me sentí aliviada de ver que nadie se dio cuenta de lo sucedido. En ese momento me di cuenta de que me había excitado mucho el descaro de ese desconocido, pues me las había agarrado como ni mi esposo, y mientras era atendida en el puesto, empecé a fantasear sobre ese hombre, me hubiera encantado que ahí mismo en el mercado, me hubiera cachondeado muy rico.
Estaba en eso, cuando de repente volví a sentir que una mano me recorría las nalgas desde la parte baja hasta casi la cadera, al voltear, volví a ver al hombre que había pasado antes, para perderse entre la gente otra vez. Por supuesto que me calenté más y decidí seguirlo sin importarme que aún no me despacharan. Al tratar de seguirlo tuve problemas para pasar por entre la gente y lo perdí de vista, pero como yo ya estaba excitada, pensé que lo tenía que encontrar, así que me puse a buscarlo. Lo estuve buscando por un buen rato sin encontrarlo, ya estaba a punto de darme por vencida cuando volví a sentir una mano recorrer mis nalgas, así que como no queriendo, le hablé. Le dije que si quería tocarme las nalgas, que mejor pidiera permiso, que para eso eran; a lo que el muy cínico contestó que para qué pedir, si lo podía tomar y que a mí me había gustado y por eso lo había seguido. Eso me dejó sin habla, lo que aprovechó para abrazarme y darme un beso.
Me invitó a dar un "paseo" y yo acepté. Subimos a su coche y me llevó directo a un parque que esta ahí cerca . Me extrañé un poco pero pensé que tal vez él lo había planeado así, para conocernos mejor; pero estaba lejos de la verdad. Ya en el parque y nos fuimos hacia un rincón. Él había bajado del auto, un tapete tejido; lo tendió y nos acostamos. Me empezó a besar y a acariciar. Yo me sentía en las nubes. Logró hacerme venir sólo con acariciarme y besarme.
Cuando me vio muy caliente, me empezó a subir la falda casi hasta la cintura y a pesar de mis débiles protestas, él continuaba subiéndola, hasta que quedó a la vista mi tanguita. En ese momento se arrojó sobre mi vientre y empezó a lamer mi panochita por encima de la tanga, luego lo hizo a un lado y me dio una mamada maravillosa. Ahí me hizo venir otras tres veces seguidas. Luego se abrió la bragueta y se sacó la verga, no era muy grande, pero se veía riquísima, por lo que me fui sobre ella. Se la estuve mamando por un rato, hasta que me pidió que lo montara, a lo que respondí con un rápido movimiento hacia él.
Me senté sobre su verga y cuando la sentí hasta el tope, empecé a moverme como una loca, como si apenas hubiera conocido el sexo. Me hizo venir tantas veces que perdí la cuenta; sólo quería seguir montada. Me excitaba mucho que cualquier persona que pasara pudiera vernos, y con esa sensación, seguía apretándole la verga con mi cosita, pues deseaba que eyaculara y que también, me siguiera cogiendo. Así estuvimos casi una hora, que se me hizo muy poco. Nos levantamos y nos fuimos al carro.
En el camino a mi casa me confesó que me había visto pasar muchas veces por la parada del colectivo con mi marido, cuando íbamos al mercado y que le había servido de inspiración para excitarse. Por eso, al ver que mi esposo no iba conmigo, me siguió y decidió tortearme aunque sea de esa manera, pero al ver mi reacción, pensó que era yo muy facilona y podía llevarme a la cama, y no se equivocó.

Eso fue hace seis meses, y hasta la fecha sigo haciendo mis compras los martes y él me sigue cogiendo con gran pasión. Le encanta cogerme en lugares públicos o donde hay posibilidades de que nos descubran. Además es súper caliente y aguantador. Ya les seguiré contado más de mis aventuras con él. Besos bye.