miércoles, 20 de mayo de 2015

EXHIBIENDOME

Lo que más me ha excitado siempre es ponerme una minifalda gris que tengo y que es muy ajustada y muy corta. Eso y no llevar tanga debajo. Poder enseñar y lucir mis nalgas y mi panocha, disfrutar de él a la menor oportunidad. Y lo que más me gusta después de eso es que mientras me toco, algún hombre o una mujer me mire y se excite conmigo. Eso me excita aún más.
Ayer me levanté tarde y me vestí apresuradamente con la primera ropa que ví. Me puse una faldita verde, una blusa blanca y una pequeña cazadora.

Tenía que llegar a tiempo al trabajo. Decidí tomar el metro puesto que mi coche no circulaba. Cuando me senté en el metro, descubrí con temor que mi blusa había perdido un botón, el superior. Disimuladamente me puse contra la pared y me abroché la cazadora, pensando que nadie lo había visto, pero descubrí que había un chico que no paraba de mirarme fijamente. Primero al pelo, luego a mis pechos, de nuevo al pelo, y a mis piernas. Era moreno, con una descuidada barba y unos bonitos ojos marrones. Reí disimuladamente y decidí ver hasta dónde llegaba el chico. Dejé caer la carpeta  que tenía en el regazo y me agaché al suelo para recogerla; no tuve más remedio que abrir un poco las piernas, no exenta de provocación, cuando me di cuenta que aquel chico  estaba mirando entre mi pierna.
Cuando recogí la carpeta, fingí mirar hacia otra parte pero pude comprobar el gran bulto que había entre sus piernas. No me extrañó que se hubiese excitado tanto, mi tanguita era muy provocativa.
Cuando llegué al trabajo, me encerré en mi despacho. Me senté en un sillón y me baje la falda y la tanga. ¡Estaba excitadísima!
Mis manos comenzaron a recorrer todo mi cuerpo, cerrando los ojos para poder recordar lo ocurrido y desabrochando mi cazadora y mi blusa. Hecho esto, comencé a estrujar mis pechos con mis manos, acariciando mis pezones. Hacer esto me convertía en un animal en celo, me ponía tremendamente cachonda.
Después, una de mis manos bajó por mi vientre, abrí suavemente las piernas y toqué mi clítoris con la yema de mis dedos. No me sorprendió estar mojada pero si me sorprendió estarlo tanto.
Sin pensar en lo que hacía, comencé a masturbarme, a acariciar mis labios vaginales, a meterme varios dedos en mi vagina, a acariciarme el clítoris...
Mi mente recordó al chico , imaginé como sería recorrer con mis labios su gruesa verga, sentirla golpeando mis muslos, entrando y saliendo de mí, humedeciéndose con mis fluidos, gritando de placer, su verga de nuevo dentro de mí, de nuevo fuera, destrozándome las entrañas con un placer tan grande que resultaba incapaz de sentirse del todo.

Cogí con los ojos ciegos de placer, un grueso marca textos y metiéndolo dentro de mí, comencé a moverlo en mi interior, a sacarlo y meterlo en mi vagina. Me imaginaba que me estaba cogiendo, que me metía su dura verga en mi interior. Con una sacudida eléctrica de placer, llegué al orgasmo.



Temblé de placer con el orgasmo y mi visión se volvió borrosa durante unos instantes. Espero les alla gustado .besos bye
























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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.