miércoles, 29 de noviembre de 2017

Haciéndole el favor a mi amigo

Hace unos días me encontraba en mi casa sola y aburrida pues mi esposo había salido por cuestiones de trabajo y mis amigos del trabajo estaban ocupados, así que decidí ir a ver a mi amigo Toño.
Toñol siempre está encerrado en su mundo con su computadora es muy poco sociable pero me cae bien, bueno llegué a su casa rápido ya que vive cercas de mi casa, toque el timbre y salió su mamá pregunte por el, me invitó a pasar y enseguida lo llamo, ella agarro su bolso y se fue a su trabajo.
Después de un rato Toño apareció, me sorprendió su forma de vestir ya que suele usar ropa de vestir pero en este caso llevaba un pantalón de mezclilla medio roto y una playera negra con cabello un poco largo, llegó me saludo y se sentó enfrente de mí, comenzamos a platicar sobre todo tipo de cosas, nos la estábamos pasando muy bien hasta que se me ocurrieron preguntarle cosas mas intimas.
Rafa se acercó y puso sus manos en mis senos los sobaba y apretada muy suave, me comencé a calentar y me imaginé  cabalgando a Toño me saqué mis tetas y se las puse en su cara sentía su lengua pasar por mis pezones delicioso, lo pare baje su pantalón y saque su verga gorda como de 19 cm sin pensarlo comencé darle una mamada agarre mis senos y comencé hacerle una rusa se vino en mis tetas, me levanté y me empine en el sillón ven Toño cógeme lo necesito, se acercó me bajo mi short de mezclilla a las rodillas bajo mi tanguita  rosa y sin perder tiempo me clavo su verga hasta el fondo aaaahhh ufffff más adentro aaaahhh cógeme asiiiiiii ah ouuuu más, si siempre quise tenerte así que rica y apretada estás me decía Toño mientras me embestía con fuerza  se movía muy rápido sentía sus bolas encima de mi con cada mete-saca que me hacía, me hizo tener varios orgasmos antes que se viniera dentro, me la saco y se recostó en el sillón y lo acaricie después de un rato ya estaba otra vez lista para la sesión de rico sexo, lo monte y comencé a cabalgar esa rica Verga, me volteé para darle un espectáculo de mis nalgas subiendo y bajando después me puse en cuatro con mis rodillas juntas dejando ver mi culo redondito, Toño agarro su verga la puso en la entrada de mi panochita y comenzó a meterlo lentamente uuuuffff aaaahhhh ay que delicia sentí, comenzó el bombeo más rápido agarro mi cintura con fuerza y empezó a cogerme muy rápido entraba y salía, me hizo venir y un gran gemido salió de mi aaaahhhyyyy, ssssssiiii ummmm. Después Toño se vino y se quedó dentro de mi bombeando muy lento, después me la saco y le chupe su Vega me tragué todo su semen que había quedado después me pare me acomode mi short y mi playera le di un beso y le dejé mi cachetero, para que te acuerdes de mí le dije y me fui a mi casa  me bañé y me fui a dormir pensando en la gran cogida que me habían puesto sin duda alguna una gran experiencia.

Bueno este fue mi relato y espero sus cometarios compartir mas  experiencias besos bye

















Mi jefe me perforo mi culito

Hola les voy a contar otra de mis experiencias.
El otro dia mi jefe me invito a salir y nos citamos en un restaurante y me pregunto "¿quieres ir al cine?" Yo acepte. Pensé que esa iba ser una velada aburrida pero me equivoque, ya en el cine él se quiso ir al último lugar de asientos y no había mucha gente. Yo iba con un vestido muy pegado y corto. Y el llevaba unos pantalones negros y una camisa azul.
Se apagaron las luces, realmente yo no está viendo la película. El vio mis piernas y se acercó a mi oído y me dijo "están bien buenas" y las toco. Yo lo deje, en eso se acercó y me dio un beso de esos ricos. Yo estaba excitada mientras sentía que sus manos iban subiendo hasta tocar mi tanga.
Comenzó a explorar y tocar mi clítoris ya para eso mis manos estaban agarrando su verga que ya la tenía dura . Mis manos le bajaron el cierre y vi su grande y grueso miembro... Ahí me dijo "estas bien cachonda y mojadita, nos vamos a otro lado".
Lo seguí. Ya en el auto, el siguió tocándome y yo seguí tocando su verga. Así llegamos a su casa. Tenía un cuarto apartado de su casa, allí me llevó. Me tomó por la cintura, cerramos la puerta y me besó el cuello. Me levantó mi vestido yo no traía sostén y comenzó a besar mis senos muy ricamente. Me sacó el vestido. Yo le quité la correa de su pantalón y se lo quité.
Los dos estábamos tan solo en ropa interior, me acerco a la cama y me quito mi tanga lentamente. Comenzó a comer mi vagina lentamente y se quedó ahí un buen tiempo... me vine como 3 veces...
Estaba enloquecida realmente. Abrí mis piernas y sin previo aviso me introdujo su gran miembro. Me dolió, pero me gusto realmente. Jadeaba de placer, hicimos todas las poses de ladito, la de cucharita, las piernitas al hombro. Y el me seguía cogiendo  y pensé que nunca se iba a venir.
Ya en éxtasis, se bajó "te toca a ti complacerme" y sin más palabras le di una mamada bien buena. Él estaba excitado pero no se me venía. Hicimos el 69. Allí me comenzó a meter los dedos en mi culito.
Me dio la vuelta, me siguió mamando la vagina y el culito. Me dijo "te toca complacerme, ya te hice el amor por dos horas, es hora que pagues el precio" Y el precio era mi culito.
Siguió lamiéndome, me metió lentamente los dedos hasta que de pronto sentí la cabeza de su verga. Sin decir nada, le di mi culo. Me lo comenzó a meter lentamente, me dolió y grité. A él le gusto y se aceleró, y me la metió toda dando yo un grito de aquellos.
Me dolió, pero ya entonces mi culito estaba dilatado y comencé a moverme y él siguió y se volvió loco por mi culo y no paraba hasta que se vino y cuando se vino me nalgueó. "Esa es mi PUTA" dijo ya exhausto, Nos dormimos y después que despertamos me llevó a mi casa.
Para mi suerte mi esposo aun no llegaba a casa.
Bueno espero les allá gustado, espero sus comentarios .Besos bye.




















jueves, 23 de noviembre de 2017

En el bar

Hola.  ¿qué tal, cómo están? Espero que bien. Este es mi relato el dia de hoy y espero que les guste.
Este fin de semana que decidí ir a un bar a tomar algo con mis amigas y amigos. Estaba en la barra sola, pidiendo un trago cuando, de repente, se me acerca un hombre de 45 años, guapo y de lindo cuerpo. Comenzó a hablar conmigo y me invito a compartir una mesa. Acepté y nos sentamos en una apartada, en un rincón.
Yo llevaba un vestido corto de tirantes, sin brasier, y debajo una diminuta tanga de color blanco. Tras un rato charlando, mientras me acomodaba el cabello, percibí que él no apartaba la vista de mi escote. No tardó en invitarme a bailar y yo, como cabría esperar, acepté. Me tomó de la mano y me llevó a la pista de baile. Sonaba música romántica, de esa que te mantiene bien apretada a tu pareja. Así, él me abrazo por la cintura y yo puse mis brazos alrededor de su cuello.
Estábamos tan pegados, que a veces se me bajaba uno de los tirantes de mi vestido. Alguna que otra, incluso, se llegaba a ver el pezón. Sin más, sin pensarlo, nos dimos un beso candente. Nuestras bocas, completamente abiertas, favorecían que las lenguas se entrelazasen.
Regresamos a la discreta mesa y los besos continuaron. Estaba como extasiada, sin percatarme de que los tirantes habían bajado más de lo esperado dejando mis pechos al aire. Estaba tan caliente que este hecho no me importó. Seguí a lo mío. Él me besaba el cuello, los hombros, los brazos, las tetas
Como decía, mis pechos estaban al aire, los tirantes del vestido abajo; me sentía muy sexy en esa situación. Acto seguido, él metió la mano por debajo de mi vestido y tocó mi panochita recién rasurada.
―Ummm… ¡Qué rico! ―dijo él―. Noto que estás mojadita.
―¡Sí, papi ―respondí―, tú me pones así!
Mientras él me tocaba la panochita y me besaba la boca, yo me tocaba y apretaba las tetas. Estaba tan lanzada, que desabroché su pantalón y le saqué la verga . ¡Umm, qué rica verga tenía! Era grande, gruesa, ¡Dios, qué ricura! No me demoré más y le bajé el pantalón y el bóxer. Acto seguido le mamé las bolas, ricas, grandes… Se las había dejado bañadas en babas y me senté sobre él dándole la espalda.
Así me introduje la verga, incliné la cabeza hacía atrás y le besé mientras él me sobaba las tetas. Yo gemía, gemía, y gemía. ¡Dios, qué rico me sabía! Sobre todo, sabiéndome en un lugar público, donde cualquiera podría vernos.
En un arrebato, él me subió a la mesa, abrí las piernas y me la metió sin miramientos. Yo me abrazaba a él, le rodeaba la cintura con mis carnosas piernas.
Apenas un ratito más tarde, paramos, me quité el vestido y la tanga al tiempo que él se tumbaba. Yo, lógicamente, me subí sobre su cuerpo, la volví a meter dentro de mí y cabalgué sobre él, sin poder hacer nada para evitar que mis tetas brincaran sin control. Estaba muy excitada… Me volvía loca de placer.
Un rato más tarde, me colocó en la posición del perrito. Yo estaba a cuatro. Él detrás de mí, metiendo su cara entre mis nalgas, introduciendo su lengua caliente en mi ano, adentro y afuera, describiendo círculos con ella. No se conformó con esto e introdujo un dedo, luego otro y finalmente tres. Había dejado el agujerito tan abierto, un pequeño orificio en medio de mi culo  carnoso, que no costó demasiado que su verga entrara en él. Me mataba de gusto. Mis tetas se movían al ritmo de su vaivén.
Terminó corriéndose en mi recto. Sentí su leche caliente y espesa en mis entrañas. Así terminé yo también.
Fue una experiencia que atesoro.
Espero que les haya gustado. Si así ha sido, espero que comenten.

Besos bye.















martes, 21 de noviembre de 2017

Super caliente

Introduzco mi mano por debajo de mi falda y acaricio mi sexo por encima de la tela del culo. Compruebo lo mojado que lo tengo y como mi cadera se mueve para que mi panocha roce con mi mano. Ya no aguanto mas, empiezo a quitarme la ropa, quedando totalmente desnuda.
Mi mano derecha busca mi botoncito, le da unos cuantos golpecitos, provocando que el placer sea mayor. Mientras mi mano izquierda va pellizcando mis pezones, sigo así hasta que la bañera se va llenando. Cada célula de mi piel está súper excitada, mi pulso se acelera y mi respiración entrecortada da paso a los jadeos y gemidos.
Dentro de la bañera introduzco un par de dedos en mi cueva, los meto y saco unas cuantas veces... mmm... y después los limpio en mi boca y los vuelvo a introducir... mmm... Así estoy unos cinco minutos, pero mi calentura en vez de disminuir va en aumento.
Necesito algo más largo que introducir en mi excitado coño, mis dedos no son lo suficientemente largos. Por suerte soy precavida, tomo mi consolador negro de unos quince centímetros de largo y tres de ancho.
Lo meto y lo saco fácilmente de mi panocha, acelero la velocidad con la que lo voy metiendo dentro de mí... aaahhh. Mis caderas se mueven al mismo compás, provocando que el consolador llegue lo más hondo posible. Noto como entra cada vez, más y más adentro... mmm que rico.

Me vengo con el consolador dentro de mí, lo saco y lo lamo como si fuera una verga  de verdad se tratara. Mientras coloco la regadera de la ducha en la entrada de mi cueva, abro la llave y un chorro de agua fría entra por mi agujero. Mi cuerpo se convulsiona por el frio recibido, provocándome una grandiosa corrida... aaahhh delicioso