lunes, 31 de julio de 2017

Fanática del sexo anal.

En mi primer trabajo conocí a un chico con quien de inmediato se dio el click. Cada vez que le era posible se acercaba a mi escritorio y conversábamos y nos reíamos. Debido a sus obligaciones, mi jefe salía de la ciudad con bastante frecuencia y sus ausencias se prolongaban hasta por quince días, así que las oficinas se quedaban solas además de que estaban muy apartadas del resto del edificio central. Una mañana llegó a mi oficina y preguntó por mi jefe, le contesté que no estaba y entonces él sugirió que sería bueno tomar una siesta en la alfombra del privado. Muerta de risa le dije que sí, que por mí no había ningún inconveniente. Entró a la oficina y puso el seguro por dentro. A los pocos minutos me llama a mi extensión y me pide que vaya con él. Abre la puerta con sigilo, se asoma a ambos lados para comprobar que no hubiera nadie y me permite el paso. Por su actitud intuí que algo más sucedería. Y así fue.

Por obvias razones no podíamos desnudarnos por completo así que sólo dejamos al descubierto las partes necesarias para cogernos. El era delicado a la hora de amar y le gustaba mucho usar la lengua. Tenía una verga gruesa y larga, todo lo contrario de mi primer novio, y yo me daba vuelo mamándosela. Tendida sobre la alfombra me hizo un 69, yo tocaba el cielo a cada una de sus lamidas sobre mi clítoris y de vez en cuando sacaba su verga de mi boca para respirar porque sentía que me ahogaba. Metía su lengua por mi vagina y después hacía el recorrido obligado: del clítoris al ano y luego de regreso así varias veces en tanto yo le chupaba la cabeza y recorría el tronco con mi lengua.

Nos pusimos de pie, se sentó en una silla y me pidió que me montara de frente sobre él. Acomodando su verga en la entrada de mi panocha fui bajando poco a poco sintiendo cómo se abrían mis pliegues. Con sus manos en mi cintura, me movía de atrás hacia delante para estimular mi clítoris, luego en círculos para que la cabeza de su pene rozara todo mi interior, y finalmente de arriba hacia abajo. Cambiamos de posición: yo de a perrito sobre la alfombra y él detrás de mí. Me pidió que separara más las piernas y que inclinara la espalda hacia abajo, hasta que mis pezones quedaron tocando la alfombra. Esta postura me excita mucho porque creo que es la mejor para que las mujeres nos entreguemos por completo dejando expuestos el culo, la vagina y el clítoris a nuestra pareja, y así estaba yo: completamente empinada, escurriendo jugos y a la expectativa. Quiero aclarar que él no gustaba de usar los dedos a la hora de coger, porque es importante para lo que siguió. Con mi intimidad a sus expensas, sentí su tremendo vergón perforando mi vagina hasta el fondo.

De pronto sale de mi interior y escucho que escupe saliva al mismo tiempo que siento una humedad un tanto fría en mi ano. En ese momento ni se me ocurrió pensar lo que pretendía hacerme hasta que volteo y lo veo con su verga en una mano y con la otra separando mis nalgas. Quise oponer resistencia pero él me acarició la espalda y tiernamente me obligó a regresar a esa posición. Sentí cómo movía la cabeza de su pene en la entrada de mi culo lubricándolo con su saliva. Yo estaba temerosa porque mi ano estaba totalmente cerrado y porque nadie jamás me lo había metido por ahí, ni siquiera unos dedos lo habían penetrado.

Empezó a abrirse paso con lentitud, pero el dolor hizo que me incorporara de golpe. Le pedí que no siguiera pero él me retuvo inclinada por la espalda. Yo pensé que una vez que entrara la cabeza el dolor iba a disminuir pero sucedió todo lo contrario, y él continuaba empujando lento pero sin detenerse. Empecé a llorar; él me pedía que me tranquilizara y me decía que todo iba a estar bien, pero las oleadas de dolor me recorrían todo el cuerpo y lo único que quería es que dejara mi culo en paz. De pronto se quedó quieto, supongo fue cuando ya la tenía toda dentro. Se recargó sobre mi espalda y empezó a acariciar mis pezones oprimiéndolos con suavidad, luego mi clítoris, masajeándolo despacio. Se separa de mí y vuelvo a sentir movimientos en mi ano. Estaba saliendo no tan lento como había entrado pero el dolor había cedido un poco.

De nuevo me vuelve a ensartar por atrás y como mi chiquito ya estaba dilatado entró más fácilmente, fue cuando empecé a sentir placer y a pedirle que me diera más duro. Él obedeció mi indicación embistiéndome con rapidez. Yo jadeaba como nunca, apretando mi esfínter con fuerza porque quería retenerlo dentro. Llevé una de mis manos a mi vagina y me sorprendí por tantos jugos que había en ella. Una sensación riquísima me invadió: mi primer orgasmo anal. "Te estás viniendo…, tus contracciones…" me dijo entre suspiros, y yo respondí que sí con un hilo de voz.

A los pocos minutos me enterró su verga hasta el fondo y se vino él también. Nos dejamos caer sobre la alfombra. Yo estaba exhausta, dolorida y muy satisfecha. No teníamos mucho tiempo para recuperarnos por el hecho de estar en la oficina de mi jefe, así que nos arreglamos la ropa y salimos cautelosamente. Siempre que termino de coger, procuro no limpiar el semen que me queda en mi panocha o en mi culo porque me gusta aspirar el aroma a sexo que se desprende después de estar con alguien y obvio, esta vez no fue la excepción, así que regresé a mi escritorio con la entrepierna mojada de su leche y de mis jugos y me senté un poco de lado por mi ano deliciosamente lastimado.


Desde esa vez procuro pedirle a mis parejas que me cojan por mi chiquito, pero de todo hay en este mundo y cuando estoy con alguien a quien no le gusta hacerlo, no sé, siento como que no disfruto por completo, que algo me hace falta para gozar totalmente porque he comprobado que los orgasmos vaginales sí son ricos, o cuando me vengo masturbando mi clítoris yo misma o mi pareja también es placentero, pero cuando tengo un pene abriendo mi culo o yo introduzco algún juguete por mi ano, sencillamente toco el cielo. Es una sensación maravillosa e incomparable. Espero les guste esta historia. Besos.












una deliciosa cogida

  Le contaré lo que me atreví a hacer hace unos meses. Estaba en casa aburrida y me dispuse a ver películas porno en la red, de tanto ver quede muy excitada me metí a dar una ducha me rasure mi panocha ,me puse una tanga pequeñita unos leggins blancos  y una blusa sami transparente sin brasier salí decidida a tener sexo con cualquiera... me fui a una plaza comercial que abrieron cerca de mi casa y llegue a un bar pero no entre estuve en la puerta 10 minutos hasta que un hombre de unos 30 años se me acerco y me dijo "linda que haces tan sola aquí" yo respondí que estaba esperando a un hombre como el ...su cara fue tremenda proseguí diciéndole que me llevará a un hotel y si respuesta fue inmediata dijo que si en eso me tocó una teta lo cual me éxito mucho me puso a mil le di un beso morboso con lengua y fuimos a una farmacia a comprar condones por idea de el mismo el me pregunto si yo quería protección y yo le dije que no me importaba, le dije frente al cajero de la farmacia "apúrate que estoy bien caliente y quiero que me la chupes" el cajero horrorizado se río en 15 minutos ya estábamos en el hotel el chico me manoseaba y me chupaba las tetas me arranco la blusa yo estaba explotando de placer viniéndome en un orgasmo delicioso mi mente pedía a gritos que me penetrara el chico poniéndose su condón y yo lo detuve para mamarle la verga y los huevos como loca le dije "papi no te pongas condón quiero leche calientita dentro de mi" y me dijo "súplica puta súplica para que te de mi leche eres una perra" a lo cual yo respondí "papi dame tu leche rica no te pongas condón  papi" el chico se encendió quitándose el condón y me puso en 4 me jalaba el cabello y me daba nalgadas mientras me cogía divina verga  gruesa, le  costó para entrar . Mientras me decía "que rica puta me estoy cogiendo  eres mía" eso me volvía loca mientras yo gritaba de placer el chico  se vino y acabó dentro de mi sacó su verga gruesa y me lo metió de golpe en el culo así sin previa preparación yo grite pero luego me moría de placer diciendo "cógeme papi dame duro cógeme" ese hombre era un salvaje mientras me penetraba me apretaba las tetas y me metía 1 dedo en la boca ,luego de 5 minutos se vino en mi culo que delicia sentir la leche bajando por mis piernas que temblaban fue tanta leche que se derramó el chico no se rendía me volteo y se masturbo con mis tetas y me acabo en mi boca yo la abrí rápido para tragarme toda su leche sin desperdiciar nada el chico me volteo de nuevo y me lo metió en  mi culo otra vez y yo con mis manos abría mi nalgas para que me entrará todo aquel rico pedazote de carne me sentía llena y loca de placer el acabó de nuevo pero esta vez me echó su leche en las tetas uff yo regaba su leche con mis manos en mis grandes tetas y el empezó a vestirse yo estaba exhausta tirada en la. Cama llena de leche en todos lados el chico  se fue y me dejó ahí sola me sentí abandonada y sucia me vestí y me fui a casa y no me bañe para dormir con su leche en mi cuerpo. me dio una deliciosa cogida que me lleno el culo con su leche.


















viernes, 28 de julio de 2017

Entregue mi culo a un desconocido en un baño publico .....


Me sucedió con un ex novio.
Decidí contarlo porque cada vez que me acuerdo me excita muchísimo.
Un Ex novio siempre me decía que le volvía loco mi cola, le encantaba verme vestida con ropas ajustadas.
Se excitaba cuando los hombres me miraban.
Un día me llama y me dice que a la noche fuéramos a cenar y luego a bailar y que me vistiera muy sexy.
Esa tarde estuve como loca viendo que me iba a poner.
Llamé a mi mejor amiga Laura le comenté de mi salida y me acompaño a comprar.
Me compre un vestido negro bien ajustado y corto, una tanga hilo dental negra, medias haciendo juego con la lencería.
Laura me dijo “vas a estar increíble esta noche, si fuera hombre te comería jajaja”.
Nos despedimos y me fui a mi casa a bañarme y a cambiarme.
Realmente me quedaba muy bien  el vestido realzaba mis tetas y mi cola.
A las 9 de la noche  paso a buscarme Eduardo, apenas me vio quedo paralizado.
Al verme dijo ¡Por dios que bien que estas!!! A ver date vuelta.
Y me pasaban sus manos por mi culo, mis tetas, me tocaba la vagina.
Yo estaba muy caliente.
Al llegar al restaurante nos sentamos en una mesa reservada y al frente estaba otra pareja.
El de unos 60 años y ella 50 aprox.
El tipo no paraba de mirarme, lo que provoco que su pareja le reprochara.
Eduardo no se dio cuenta porque estaba de espaldas.
Eduardo me decía: “estas hermosa, cuando nos vayamos de aquí te voy a comerrr.
Te voy a poner de 4 y te voy a comer la panocha y el culo hasta que me pidas por favor que te la meta.
Yo le decía: siiiii.
Chúpame todaaa y dame por el culo.
Realmente estaba caliente
Terminamos el plato principal y le digo a Eduardo que tenía que ir al baño - estaba mojadisima-.
Los baños  estaban  al fondo.
Cuando estoy por entrar siento que me agarran mi mano, me doy vuelta enseguida y veo que era el tipo de la mesa de enfrente.
Me dejo helada.
Se abalanzó sobre mí y me dijo.
−No se puede creer lo bella que estas.
Tienes un cuerpo increíble −y me paso su mano por mi vagina, inmediatamente me agarro mi mano y me llevo al baño de hombres.
Yo estaba con una mezcla de miedo y éxtasis increíble.
No le ofrecí resistencia.
Me introdujo en uno de los baños internos y comenzó a besarme desesperadamente.
Me decía "perra estas mojada, ven chúpame la verga"
Yo no podía más me agache, y el saco su verga.
Era corta pero era muy gruesa.
Se la chupe desesperadamente, le pasaba la lengua por sus huevos no sé que me pasaba ni a mi novio se la chupaba así-
Me excitaba saber que entraban hombres al baño y no me veían.
El tipo me levanto y me dijo quiero ver tus tetas.
Le obedecí y bajé la parte superior del vestido.
Me las chupo espectacularmente, me dio vuelta y me ordeno que le muestre el culo, obedecí levante el vestido y le ofrecí mi culo estaba que ardía y comencé a moverlo.
El tipo se masturbaba como loco, me tocaba el culo, me corría el hilo dental.
"Que culo que tiene me vuelves loco.
Córrete el hilo y muéstrame el agujerito.
Muy bien.
Ahora pásate los dedos por tu panocha y metételo después por el culito.
Asiiiiiii.
Yo obedecía.
El tipo se arrodillo y comenzó a chuparme el culo.
Luego apoyo su tronco comenzó a penetrarme despacito.
Realmente me dolía.
Era muy gruesa. Y me dijo ¿Quieres más putita?
Y le respondi despacito por favor - era muy gruesa-
No aguanté más y le dije: ¡¡¡dale hijo de puta rómpeme el orto!!!
Estaba desconocida muy excitada-
Empujo a hasta que entro toda y comenzó a bombearme.
Yo estaba volando.
En un momento sentí la voz de mi novio conversando con otro.
El hijo de puta se dio cuenta y bombeaba más fuerte.
Me ordeno que abra un poquito la puerta y mire.
Obedecí y lo vi a mi novio lavándose las manos y peinándose.
Esa situación me excito una barbaridad.
El tipo me decía mira ahí está tu novio, ¿qué diría si se entera que me estoy cogiendo a su mujer?
Yo me tocaba y ya no aguantaba más, él se dio cuenta y me dijo: Acaba hija de puta.
Yo te voy a llenar de leche el culo.
Y así fue. Sentía que me llenaba el culo de leche.
Fue exquisito.
El tipo se cambió y me dijo: vamos salgamos que no hay nadie.
Me vestí rápido y salimos.
Inmediatamente entre al baño de mujeres y me lave un poco.
Regrese y Eduardo me dijo que paso que me demore.
Discúlpame me siento mal.
Me dijo ¿quieres que te lleve a tu casa? ¿Te veo muy agitada?
Si por favor no me siento bien.
Cuando nos levantamos el tipo que todavía está en la mesa de enfrente me sonrió.
En el trayecto a mi casa me puse incomoda, me estaba saliendo leche de mi culo.
Así que llegamos y lo despedí a Eduardo.
Perdóname, me voy a acostar no me siento bien.
Y le di un beso.
Hasta el día de hoy me acuerdo de esa situación y me pone a mil.

Prometo un nuevo relato. Besitos.


















miércoles, 26 de julio de 2017

Soy Una Madura Cachonda Y Muy Puta.

Hola
Hace unos días venia de hacer el mandado y por el camino encontré una paletería, el chico que atiende me empezó a hacer señas, me decía que fuera y me señalaba su bulto, y al pasar junto a él me dijo: que buen culo tienes mamacita, vamos para adentro  para hacerte gozar putita. Yo me detuve y me quede pensando: deja le doy gusto a este pobre, de seguro no tiene con quien desahogarse, que se dé gusto conmigo. Sin decir nada me metí a la peletería y pase a la bodeguita que puse mis bolsas del mandado sobre una mesa. Me empecé a desnudar  y cuando estuve por completo desnuda el se me echo encima, me besaba por todos lados, me lamia las tetas y me decía: que rica esta mamacita. Después me dio la vuelta y me puso en cuatro patas, pensé que ya me la iba a meter y no, empezó a meter su lengua en mi panocha, le daba lengüetazos también a mi ano, se sentía tan rico y yo le decía: sigue, sigue, no pares, comete mi culito, mmmm, que rico, cómeme. Y él me decía: que rica estas, ya sabía yo era que eras una putita, te encanta. La verga verdad puta? Yo: sii, me encanta, soy muy puta.

El chico dejo de lamerme el culo y me dijo: ahora te toca a ti, ven, comete mi paleta. Él se sentó sobre una silla yo me fui hacia el gateando como si fuera una perra, me acerque a él, le baje su pantalón y su calzón, le saque la camisa y me acerque a mamársela, la tenía dura como tronco era delgada pero larga como 20 cm , le empecé a lamer  y después me la metí toda a la boca y el me agarro del cabello y me la hundía hasta adentro, el muy cabron me ahogaba, después de unos cinco minutos que se la estuve mamando le dije: ya métamela por favor, quiero tener tu verga en mi culito.

El chico se levantó y me recargo en un refrigerador  y se puso detrás de mí, de la calentura que traía casi se me olvida ponerle un condón, me levante y le dije: espera. Saque de mi bolso uno y se lo di. Me volví. Acomodar  en cuatro patas y una vez que el se puso el condón se puso detrás y me dijo: ahora si vas a saber lo que es un hombre de verdad, ni siquiera tuvo que dilatarme pues de tanto que me cogen y tengo el culo bien abierto, me la empezó a meter despacio y después me empezó a coger muy duro, me tomaba de las caderas y me jalaba hacia el y el se dejaba caer encima de mi, sentía que su verga se iba hasta adentro. Me estuvo cogiendo salvajemente hasta que ya no pude más y ni el y los dos nos vinimos juntos en un rico orgasmo.se veía que se había cansado mucho con la cogida se quedó sentado en la. Yo me vestí, tome mis cosas y salí de la peletería  como si nada hubiera pasado. Al salir estaban muchas viejas chismosas que se me quedaban viendo y murmuraban entre ellas. De seguro no me bajaban de puta pero que tiene? Eso es lo que soy y no me avergüenza. Me encanta el sexo y ya.


Espero que les haya gustado mi relato. Espero sus comentarios. Besitos.