martes, 26 de mayo de 2015

MAMANDO



Esa mañana fui a sacar el coche del lugar donde lo guardo y me fallo, la batería se había bajado.

Un vecino que también guarda sus carro ahí se ofreció para ayudarme, cuando me di cuenta había sacado unos cables de su coche había hecho unas maniobras y su coche estaba frente al mío, puso los cables y me pidió que me subiera para arrancarlo.

Ahí empezó la cosa, llevaba una falda no demasiado corta, pero tampoco larga, al subirme al coche mi tanga quedo a la vista, algo que no pasó desapercibido por él.
Curiosamente no me sentí mal por aquella situación me estaba gustando. Deje una pierna pisando fuera del vehículo, mis piernas estaban abiertas, él se subió a su coche, lo arranco y me dijo que intentara arrancarlo, lo hice y mi coche arranco.
Cuando se acercó a retirar los cables, su vista volvió a fijarse en mis piernas, yo hice que miraba hacia otro sitio, pero sabía que me estaba mirando y cada vez me gustaba más.
Metió los cables en su coche y se acercó para decirme que lo mantuviera arrancado un poco tiempo, ya que así cargaría mi batería y no tendría problemas, pero su vista seguía fija en mis piernas.
Sin dejar de mirar mis piernas me dijo que las tenía muy bonitas, le di las gracias por el piropo mirándole fijamente a los ojos, no se por qué, pero ese hombre me atraía y la situación me seguía gustando.
La puesta del estacionamiento estaban cerradas y  los dos solos, sus labios se acercan a los míos y respondo a su beso tomándolo por la nuca, meto mi lengua en su boca, su mano busca mis piernas, va subiendo cada vez más, abro mis piernas y retira el tanga, sus dedos acarician mi panocha y un suspiro sale de mi boca.

Sus dedos saben cómo dar placer, noto que estoy más mojada de lo normal, sus dedos entran y salen de mi panocha, primero uno, luego dos, al tercero me tumbo sobre los asientos del coche para facilitarle el trabajo, el aprovecha, se agacha y su boca se mete entre mis piernas, su lengua empieza a lamer, sus dedos acarician mi panocha y noto como un dedo busca mi culo, empieza una caricia sin que su boca deje de lamer, apretó su cabeza contra mí, me estoy corriendo en su boca, el aprovecha el momento y su dedo desaparece en mi culo, esa caricia hace más intenso mi orgasmo y lo dejo hacer.

Se pone de pie, sin quitarse el pantalón saca su verga, la veo ya la tenía bien dura , y la toma en busca de mi panocha y desaparece dentro de mí, el placer que siento es tremendo, pero le digo que mi marido esta operado que tenga cuidado, el la saca, no quiere correr riesgos, me incorporo del asiento y mi boca busca su verga, desaparece por completo, mis manos aprietan su culo y mueve un poco sus caderas, mi lengua empieza con caricias pero sin sacarla de mi garganta, empiezo a notar como su leche recorre su verga hasta llegar a mi boca, sigo chupando mientras él se viene, me lo trago todo, me gusta su sabor, se la chupo hasta que empieza a perder vigor.

Su boca busca la mía, esa caricia me gusta, me dejo llevar y mi lengua sale al encuentro de la suya, me gusta como besa, es intenso, sin dejar de mover la lengua.

Más relajados le digo que mi coche tendrá problemas de arranque durante varios días, el sonríe y me dice, bueno, tendré que ir a la farmacia.

Pero no hizo falta, cada día, se la chupaba, se venía en mi boca, algunas veces me cogió por el culo, pero siempre acababa en mi boca.


Por desgracia mi marido le puso la batería al coche, aunque repetimos alguna vez, me encantaban  sus besos, pero sobre todo que me llenaba de leche boca.

















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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.