lunes, 13 de noviembre de 2017

Me exhibo desnuda por las noches en la calle y me encanta

Lo que les voy a contar me acaba de suceder ayer, fue muy excitante y placentero para mí. Fue un día normal, me levanté temprano para ir a trabajar; me bañé, me vestí, me puse mi blusa, y la falda, debajo de mi falda me puse una tanguita color rosita muy pequeñita, ya que me encanta sentir cómo se me mete a mi culito y como lo realza.
Salí de mi casa y me fui a la parada del autobús, como no circulaba mi carro, el autobús venía demasiado lleno, pero como ya era tarde lo tuve que abordar, entre empujones por el movimiento del autobús y manoseos, llegue a la mitad del mismo, quede enfrente de un señor guapo, que se empezó a arrimar y comenzó a deslizar su mano sobre mi espalda hasta llegar a mi culito, se detuvo un momento para ver mi reacción, no le dije nada, bajé mi mano junto con la suya para darle mi permiso de que continuará bajando y sobarme, yo comencé a excitarme y mojarme un poco, él bajo más su mano y comenzó a tocarme mi vagina por encima de mi tanguita, eso me produjo un escalofrío, me excito mucho porque había gente a nuestro alrededor pero parecía no importarle a ese desconocido, desafortunadamente ya me tenía que bajar, pero por último le di un beso en su boca y me bajé.
Llegué a la oficina  toda cachonda, caliente y mojada, lo único que quería hacer era darme amor y masturbarme, para sacar toda la excitación que tenía, no lo pude hacer porque mis amigas me acompañaron al baño, me sentí un poco frustrada por no poder hacerlo, estuve todo el día, pensando en el momento que había tenido con aquel señor, en la mañana, ya lo único que quería era que terminaran las clases e irme a mi casa a darme amor.


Por fin termino la jornada, quería ir a mi casa a bajarme la calentura que se apoderó de mí todo el día.
Llegue a mi casa, como no había nadie, me empecé a desnudar desde la puerta, quede completamente desnuda solo me quede con mis zapatillas , me dirigí a mi cuarto y saque mi vibrador,  me tumbé en mi cama y empecé a tocarme por encima de mi panochita que ya estaba mojada, me sobaba mi vagina pensando en el hombre del camión de la mañana, me excite más, y comencé a introducirme mi rico vibrador muy rápido mientras que con mi otra mano frotaba mi clítoris, mmmm que rico, no podía más y tuve un delicioso orgasmo acompañado de un grito de placer.
Me quedé acostada, pero seguí excitada, me quedé totalmente desnuda, y me paseaba así por toda la casa, pasaba delante de las ventanas para que algún vecino me viera y se excitara de verme.
Así pasó toda la tarde hasta que llego mi marido.
Se hizo de noche como a las 11 pm, todos en mi casa dormían, yo había ideado el salir de mi casa a exhibirme como me gusta hacerlo, queria que se hiciera más tarde y preparar la ropa que usaría para verme provocativa. Pasaron horas y yo ya tenía lista mi ropa que usaría; decidí ponerme una faldita muy corta de mezclilla que apenas cubre mi culito, me puse una blusa rosa de tirantes muy escotada que hace que se me vean mucho mis tetas, y debajo me puse  la tanguita rosita la misma de la mañana, ya estaba lista y dispuesta para salir.
Dieron la 1:30 am era el momento perfecto para salir, así que me aseguré de que mi esposo estuviera totalmente dormido,  baje las escaleras y me dirigí hacia la puerta y sin hacer ruido la abrí y salí, estaba nerviosa pero muy excitada, comencé a caminar, dirigiéndome hacia el parque, mientras el aire recorría mis piernas, metiéndose hasta mi vagina, me hacía sentir rico, me estremecía y me daba mucho morbo, en lo que llegaba al parque, los carros que pasaban, me tocaban el claxon, ninguno se detuvo, cada vez me excitaba más y más
Llegue al parque, caminé más y busqué un lugar para masturbarme ya que no aguantaba más y me producía mucho morbo de que alguien pudiera verme.
Encontré un lugar, empecé a quitarme la ropa, me quité primero la blusa y luego mi faldita, quedando solo con mi tanguita, pasaba gente pero a lo lejos, igual me excitaba la idea de que pudieran verme, empecé a excitarme más y comencé a tocarme mi vagina por encima de mi tanguita, estaba parada, abrí mis piernas y seguí tocándome mi vagina, era una escena muy morbosa, se me ocurrió una idea, como pasaba gente, pensé que alguna si pasaría por donde yo estaba, decidí quitarme mi tanguita y dejarla en el suelo, para que cuando alguien pasara la viera y la tomará, me quite mi tanguita y la deje en el suelo, mientras yo me escondía detrás de un arbusto, tardó un poco pero paso, un chico de unos 25 años, hacia dónde estaba yo, no me había visto, llegó a donde estaba mi tanguita, se detuvo, la miro y la tomó, yo estaba muy excitada y con vagina muy mojada, estaba hincada y viendo cada movimiento que hacía aquel joven, tomó mi tanguita, y notó que estaba mojada y probablemente un poco caliente porque no tenía mucho tiempo de habérmela quitado; yo ya estaba totalmente desnuda muy cerca del chavo, yo me estaba tocando por lo excitada que estaba y metiéndome dos deditos en mi vagina, estaba gozando; seguí observando y vi que miro hacia todos lados, como no había nadie, empezó a desabrocharse su pantalón y se sacó su verga, se veía muy grande y muy rica, se la empezó a jalar mientras tenía mi tanguita en su mano, la olía y la lamia, uffff esa escena me puso a mil, ya me estaba masturbando como loca tratando de no hacer ningún ruido, el tipo se llevó mi tanguita a su boca y se la empezó jalar más rápido, yo me tocaba a su ritmo hasta que tuvimos un orgasmo los dos juntos, a él le salió mucho semen, y a mí me salió mucho jugo que me lo lleve a la boca y seguía masturbándome para terminar mi orgasmo; se veía rico el semen abundante Mmmm.
El Chavo se quedó parado un rato, se acomodó y se fue, obviamente con mi tanguita, después yo salí de mi escondite y fui hacia dónde el tipo había dejado su semen, me agaché y tomé un poco con mis dedos y lo comencé a pasar por mi vagina, que rico se sentía, comencé a masturbarme de nuevo pero esta vez a la visibilidad de quien pudiera pasar por ahí, me tumbé en el suelo y me di placer nuevamente, jugando con mi clítoris y mis pezones que están muy duritos, no me importaba que me vieran o escucharan, gemía, gemía y disfrutaba el momento, tuve otro orgasmo pero no tan intenso como el anterior, después comencé a vestirme, mi faldita y mi blusa, ya no tenía tanguita y esa idea me excitaba más, el aire estaba directo con mi vagina, se sentía muy rico, caminé despacio hacia mi casa, ya casi no pasaba nadie, llegue y me fui a mi cuarto, y pensé en lo que había hecho, me calenté otra vez y comencé a dedearme antes de dormir.

Y así fue como pase una de las noches más calientes de exhibicionismo y es lo voy a repetir sin duda alguna. Espero que les haya gustado mi relato, déjenme sus comentarios y díganme que les pareció. Besos bye.
















1 comentario:

  1. Cariño.
    Que caliente me haz puesto te adoro,
    quiero cojerte en todas esas calles y venirme adentro de ti, tu Roberto.

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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.