Lo que les voy a
contar me acaba de suceder ayer, fue muy excitante y placentero para mí. Fue un
día normal, me levanté temprano para ir a trabajar; me bañé, me vestí, me puse
mi blusa, y la falda, debajo de mi falda me puse una tanguita color rosita muy
pequeñita, ya que me encanta sentir cómo se me mete a mi culito y como lo
realza.
Salí de mi casa y
me fui a la parada del autobús, como no circulaba mi carro, el autobús venía
demasiado lleno, pero como ya era tarde lo tuve que abordar, entre empujones
por el movimiento del autobús y manoseos, llegue a la mitad del mismo, quede
enfrente de un señor guapo, que se empezó a arrimar y comenzó a deslizar su
mano sobre mi espalda hasta llegar a mi culito, se detuvo un momento para ver
mi reacción, no le dije nada, bajé mi mano junto con la suya para darle mi
permiso de que continuará bajando y sobarme, yo comencé a excitarme y mojarme
un poco, él bajo más su mano y comenzó a tocarme mi vagina por encima de mi
tanguita, eso me produjo un escalofrío, me excito mucho porque había gente a
nuestro alrededor pero parecía no importarle a ese desconocido,
desafortunadamente ya me tenía que bajar, pero por último le di un beso en su
boca y me bajé.
Llegué a la oficina
toda cachonda, caliente y mojada, lo
único que quería hacer era darme amor y masturbarme, para sacar toda la
excitación que tenía, no lo pude hacer porque mis amigas me acompañaron al
baño, me sentí un poco frustrada por no poder hacerlo, estuve todo el día,
pensando en el momento que había tenido con aquel señor, en la mañana, ya lo
único que quería era que terminaran las clases e irme a mi casa a darme amor.
Por fin termino
la jornada, quería ir a mi casa a bajarme la calentura que se apoderó de mí
todo el día.
Llegue a mi casa,
como no había nadie, me empecé a desnudar desde la puerta, quede completamente
desnuda solo me quede con mis zapatillas , me dirigí a mi cuarto y saque mi
vibrador, me tumbé en mi cama y empecé a
tocarme por encima de mi panochita que ya estaba mojada, me sobaba mi vagina
pensando en el hombre del camión de la mañana, me excite más, y comencé a
introducirme mi rico vibrador muy rápido mientras que con mi otra mano frotaba
mi clítoris, mmmm que rico, no podía más y tuve un delicioso orgasmo acompañado
de un grito de placer.
Me quedé
acostada, pero seguí excitada, me quedé totalmente desnuda, y me paseaba así
por toda la casa, pasaba delante de las ventanas para que algún vecino me viera
y se excitara de verme.
Así pasó toda la
tarde hasta que llego mi marido.
Se hizo de noche
como a las 11 pm, todos en mi casa dormían, yo había ideado el salir de mi casa
a exhibirme como me gusta hacerlo, queria que se hiciera más tarde y preparar
la ropa que usaría para verme provocativa. Pasaron horas y yo ya tenía lista mi
ropa que usaría; decidí ponerme una faldita muy corta de mezclilla que apenas
cubre mi culito, me puse una blusa rosa de tirantes muy escotada que hace que
se me vean mucho mis tetas, y debajo me puse la tanguita rosita la misma de la mañana, ya
estaba lista y dispuesta para salir.
Dieron la 1:30 am
era el momento perfecto para salir, así que me aseguré de que mi esposo estuviera
totalmente dormido, baje las escaleras y
me dirigí hacia la puerta y sin hacer ruido la abrí y salí, estaba nerviosa
pero muy excitada, comencé a caminar, dirigiéndome hacia el parque, mientras el
aire recorría mis piernas, metiéndose hasta mi vagina, me hacía sentir rico, me
estremecía y me daba mucho morbo, en lo que llegaba al parque, los carros que
pasaban, me tocaban el claxon, ninguno se detuvo, cada vez me excitaba más y
más
Llegue al parque,
caminé más y busqué un lugar para masturbarme ya que no aguantaba más y me
producía mucho morbo de que alguien pudiera verme.
Encontré un
lugar, empecé a quitarme la ropa, me quité primero la blusa y luego mi faldita,
quedando solo con mi tanguita, pasaba gente pero a lo lejos, igual me excitaba
la idea de que pudieran verme, empecé a excitarme más y comencé a tocarme mi
vagina por encima de mi tanguita, estaba parada, abrí mis piernas y seguí
tocándome mi vagina, era una escena muy morbosa, se me ocurrió una idea, como
pasaba gente, pensé que alguna si pasaría por donde yo estaba, decidí quitarme
mi tanguita y dejarla en el suelo, para que cuando alguien pasara la viera y la
tomará, me quite mi tanguita y la deje en el suelo, mientras yo me escondía
detrás de un arbusto, tardó un poco pero paso, un chico de unos 25 años, hacia
dónde estaba yo, no me había visto, llegó a donde estaba mi tanguita, se
detuvo, la miro y la tomó, yo estaba muy excitada y con vagina muy mojada,
estaba hincada y viendo cada movimiento que hacía aquel joven, tomó mi
tanguita, y notó que estaba mojada y probablemente un poco caliente porque no
tenía mucho tiempo de habérmela quitado; yo ya estaba totalmente desnuda muy
cerca del chavo, yo me estaba tocando por lo excitada que estaba y metiéndome
dos deditos en mi vagina, estaba gozando; seguí observando y vi que miro hacia
todos lados, como no había nadie, empezó a desabrocharse su pantalón y se sacó
su verga, se veía muy grande y muy rica, se la empezó a jalar mientras tenía mi
tanguita en su mano, la olía y la lamia, uffff esa escena me puso a mil, ya me
estaba masturbando como loca tratando de no hacer ningún ruido, el tipo se
llevó mi tanguita a su boca y se la empezó jalar más rápido, yo me tocaba a su
ritmo hasta que tuvimos un orgasmo los dos juntos, a él le salió mucho semen, y
a mí me salió mucho jugo que me lo lleve a la boca y seguía masturbándome para
terminar mi orgasmo; se veía rico el semen abundante Mmmm.
El Chavo se quedó
parado un rato, se acomodó y se fue, obviamente con mi tanguita, después yo
salí de mi escondite y fui hacia dónde el tipo había dejado su semen, me agaché
y tomé un poco con mis dedos y lo comencé a pasar por mi vagina, que rico se
sentía, comencé a masturbarme de nuevo pero esta vez a la visibilidad de quien
pudiera pasar por ahí, me tumbé en el suelo y me di placer nuevamente, jugando
con mi clítoris y mis pezones que están muy duritos, no me importaba que me
vieran o escucharan, gemía, gemía y disfrutaba el momento, tuve otro orgasmo
pero no tan intenso como el anterior, después comencé a vestirme, mi faldita y
mi blusa, ya no tenía tanguita y esa idea me excitaba más, el aire estaba
directo con mi vagina, se sentía muy rico, caminé despacio hacia mi casa, ya
casi no pasaba nadie, llegue y me fui a mi cuarto, y pensé en lo que había
hecho, me calenté otra vez y comencé a dedearme antes de dormir.
Y así fue como
pase una de las noches más calientes de exhibicionismo y es lo voy a repetir
sin duda alguna. Espero que les haya gustado mi relato, déjenme sus comentarios
y díganme que les pareció. Besos bye.
Cariño.
ResponderEliminarQue caliente me haz puesto te adoro,
quiero cojerte en todas esas calles y venirme adentro de ti, tu Roberto.