lunes, 6 de noviembre de 2017

Masturbándome después del trabajo

Era de noche, acababa de llegar del trabajo, estaba súper cansada, al momento de entrar a mi casa me quite los tacones, aventándolos por algún sitio, me quite el saco y mientras caminaba desabrochaba cada botón de mi blusa, llegue a la cocina y me serví un poco de tequila, tenía muchas ganas de algo fuerte y sin duda esto me iba a ayudar, sin importarme agarre la botella y volví a tomar, fui a dirección a mi habitación y sin pensarlo dos veces me avente a mi cama, con el todo cansancio del mundo me quite la falda y mi blusa quedándome en ropa interior, estaba a punto de dormirme hasta que me acorde del rico video que por "accidente" vi, dos lesbianas chupándose muy rico sus vaginas húmedas, de solo acordarme me puse tan caliente y sin pensarlo metí mi mano en mi tanga  tocándome el clítoris con mis dedos lentamente, cada vez me mojaba más, mis dedos se sentían como una gloria, pero necesito algo más que mis simples dedos, quería que algo estuviera dentro de mi haciéndome gozar, abrí los ojos y sin pensarlo me levante hacia mi closet o buscando a mi mejor amigo, mi vibrador, volví acostarme y de un rápido movimiento me lo metí hasta el fondo, grite tanto, mi vibrador era muy grande y yo estaba muy apretada, era el puto paraíso, podía imaginarme como estaba ahora mismo, en mi cama, muy abierta de piernas, mis pezones rosados duros, mi vagina húmeda y ese rico vibrador haciéndome gozar, mi clítoris palpitaba, daba gracias de tener dos manos, con ellos estaba satisfaciéndome como se debía, una mano me ayudaba acariciar mi clítoris, el otro me ayudaba con el vibrador, cada vez me lo metía más al fondo, mis gritos eran más fuertes, estaba a punto de venirme  así que metía más rápido mi vibrador mientras me daba duras palmadas en mi clítoris para que tuviera una dura corrida y finalmente grite, grite como si me estuvieran violando, sentí como llegaba al cielo y bajaba poco a poco, hubiera estado genial que hubiera alguien conmigo haciéndome gozar de verdad, pero esto sin duda fue un gran alivio, uno que me merecía desde hace unos años.
Espero que les haya gustado este relato, no olviden votar y comentar que les pareció, si tienen  comentarios háganlos.  Besos




















No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.