Esto que voy a contar me paso hace algunos años. Mi esposo y yo
nos fuimos al balneario de Ixtapan de la
sal un fin de semana, yo le había dicho que estaba muy caliente y que necesitaba una buena
cogida y me dijo lo que planeaba hacer. El también estaba caliente, me dijo,
mientras me besaba el cuello, y quería metérmelo ya. No podía aguantar ir a un
motel. Mientras arrancaba el carro, lo toque y me di cuenta que lo tenía como
un palo. Me excité de solo saberlo. Le dije que se apurara y se parara donde
sea que ya tenía ganas.
Llegamos
al balneario era muy temprano. Nos acomodamos en un lugar apartado y sacó una toalla y la abrió sobre el pasto detrás de unos arbustos. Se sentó en ella y me
dijo "Quiero que bailes para mí. Si quieres que te la meta como te gusta,
vas a tener que bailarme para que me excites más. Bájame el short y sácamela." Me acerqué a él y le baje el
short. Tome su verga en mis manos. Estaba dura. Me la iba a meter en la boca y
él me agarró por el cabello y me dijo "Todavía no, baila quiero ver que
tan bien lo haces". Me paré y comencé a moverme. Puse mis manos alrededor de
mi cuello y me bajé el de mi vestido que llevaba. Moví mis caderas de un lado a
otro. El vestido se deslizó hasta el suelo. Me quedé solo con la ropa tanga
diminuta que me cubría. Seguí moviéndome enfrente de él. Inclinándome para que
viera mis tetas y moviendo mis caderas frente a su cara.
Comencé a sacarme el sosten. Me bajé un tirante y lo dejé caer.
Me saqué un seno. Metí uno de mis dedos en la boca y lo mojé con saliva.
Mirándolo directamente a los ojos me pasé el dedo por el pezón. Me agarré las
dos tetas y me las apreté con ambas manos frotándolas con la tela del sosten
hasta que mis pezones se pusieron duros. El me miraba y me decía "Oh siii,
así, sóbatelas" y se quedaba mirándome fijamente. Mi esposo comenzó
masturbarse mientras disfrutaba del espectáculo que le estaba dando. Yo me
saqué el otro seno del sosten y terminé de desabrocharlo.
"Quítate la tanga, quiero verte tu culo" me ordenó. Le
di la espalda y me incliné metiéndome la tanga por las nalgas como un g-string
para que viera mis cachetes redondos. Doblé más la cintura para que pudiera ver
un poco de mi rajita depilada. Me enderecé y me puse de nuevo frente a él y
metí los dedos por el elástico de la tanga y me la bajé. Lo miraba a los ojos
mientras me pasaba la lengua por los labios. "Te gusta mi culito? Quieres
ver más? " le dije . Me acerqué y separé las piernas y con una mano abrí
mis labios vaginales para que él pudiera ver lo mojada y excitada que estaba.
Ya él no pudo aguantar más y me agarró por las nalgas y pegó su boca a mi
ardiente raja y comenzó a mamármela. Se me doblaron las rodillas y le dije que
me la mamara más duro. Me pasó la lengua de arriba a abajo, su nariz me
golpeaba el clítoris. Yo quería que me comiera y que siguiera mamándomelo. Mi
leche le corría por las mejillas y el cuello y él se la bebía. Me metía la
lengua y la retorcía. Y yo pensaba " aay me esta cogiendo con su lengua
que rico se siente". Con un dedo me sobaba el clítoris y yo sentía que ya
me estaba viniendo. Movía su lengua más rápido y más rápido y yo me vine con un
espasmo violento... me vine en su boca.
Me tiré en el suelo cansada y le dije que estuvo buenísimo. Él
me dijo " Voltéate porque ahora me toca a mí. Te lo voy a meter por ese
culito retador que tienes. Te lo voy a dejar tan abierto que vas a sentir el
aire entrando por tu culo". Me abrió las piernas y me subió las nalgas. Me
metió un dedo en mi chochita y lo mojó bien con los jugos que todavía quedaban
allí. Luego me lo metió por el culo, sin miramientos. Su calentura no lo dejaba
ser paciente. Yo di un brinco cuando sentí ese dedo ahí, en mi más secreto
agujerito. Lo sacó y lo metió de nuevo en mi culito para lubricarme más el
culo. Yo seguia moviendo mis caderas, tratando de esquivar el dedo perverso.
Le dije que por favor no me lo metiera por ahí que me iba a
doler. Me dio una nalgada, "Estate quieta", me ladró. Me quedé
quieta, más por temor que por otra cosa. Esta vez me metió dos de sus grandes
dedos de levantador de pesas. Cuando quedó conforme con su trabajo de
dilatación, puso su verga en la entrada de mi culo y empujó, entró un poco más
allá de su descomunal cabeza. Sentí que se me abrían las membranas de mi ano.
La sacó y me la metió de nuevo en mi panochita para mojarla. Volvió de nuevo y
esta vez no la saco de mi culito, me la metió completa. Sentía su palo ardiendo
en mis entrañas y sentí como mi ano apretaba su invasor y entonces él comenzó a
moverse. Sus huevos chocaban con mis muslos... lo tenia todo adentro.
Me dolía, pero me estaba tranquila. El entonces metió su mano
por delante y comenzó a acariciarme el clítoris. "Muévete", me dijo,
Y comenzó a sacarme y meterme dos dedos por mi panocha. Adentro y afuera,
adentro y afuera. Llevaban el ritmo con la verga en mi ano.
Yo comencé a olvidarme del dolor y a gozar y me moví con él.
Movía mis nalgas rápido ya no me dolía y quería que siguiera metiéndomela.
"Métemela más duro, más duro y méteme los dedos rápido" le decía para
animarlo. "Dame duro, dame duro". "Sabía que te iba a gustar putita
mia", me dijo él. Yo quería que se viniera en mi ano, quería oírlo gritar
y comencé a moverme mas rápido. Entonces lo oí gritar "Me vengo, no pares
que me vengoooo" Me puse tensa y apreté el ano para exprimirlo y sacarle
la leche y me moví mas rápido. Al mismo tiempo yo me alcancé mi clítoris
provocándome el orgasmo y me vine bien rico. Poquito antes de sentir como su
leche me llenaba el culo. Ya así, su verga se salía de mi culito mojado y yo
apretaba los músculos tratando de dejarla adentro, de que no se me escapara.
Pero él la saco y se echó para atrás y yo me quedé recostada boca abajo porque
tenía mi culito adolorido después de esa cogida tan rica y no podía sentarme.
" Estas bien?" me dijo él. "Contesta!!", me ordenó al ver que
no contestaba. Le dije que estaba bien que solo necesitaba un ratito para
volver a comenzar porque quería que me lo metiera por mi panocha, que queria
sentir su verga dura en mi cuevita... ya él disfruto su parte, ahora me tocaba
a mi.. ya les contare la segunda parte , besos bye.
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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.