miércoles, 14 de enero de 2015

QUE BUENA SEMANA ¨NO: TAN SANTA

 Les voy a contar lo que sucedió hace años cuando trabajaba de edecán, un amigo me invito a pasar los días santos en su casa de Cuernavaca, su nombre en Alejandro compañero de la agencia donde trabajaba , pase por él y nos encaminamos a la Carretera, yo iba manejando y comenzamos a hablar de temas cachondos, el me preguntaba de mis novios anteriores y de cómo tenía sexo con ellos, la plática me fue calentando y el empezó a acariciarme, primero las piernas, luego en mi abdomen, subió a mis pechos, lo deseaba, hace tiempo que nadie me acariciaba de manera tan exquisita. Había transito sobre Insurgentes a la salida y no me importaba  de que de otro auto fueran a ver cómo me acariciaba, bajo y frotó mi panocha sobre mi pantalón, me puse a mil y deseaba que continuará, desabrocho mi cinturón y bajo el cierre de mi pantalón, me levanté un poco del asiento para permitir que me bajara mi tanga. Su mano recorrió mi panocha rasurada y colocó un dedo en mi clítoris, movió su dedo en círculos, yo empecé a sentirme en la gloria, nos acercamos a la caseta y le pedí que me dejará cubrirme, no me dejaba, pero finalmente lo hizo poco antes de pagar al cobrador. Ya en plena carretera me volvió a bajar mi pantalón y esta vez lo dejo más abajo, primero me metió un dedo y con el otro estimulaba mi clítoris, estaba muy excitada y húmeda, quise sentir su miembro y lo toque sobre el pantalón, estaba grande y duro, se me antojo, así entre cachondeos llegamos a su casa en Cuernavaca. Estaba muy caliente, arregle mi ropa y me pidió que tocara el claxon, y cuál fue mi sorpresa  nos abrió otro compañero de la agencia, Miguel el cual me encanta, ya había cogido con el varias veces y tiene una verga enorme y aguantadora. Metí el auto y llegaron a saludarnos otros dos amigos mutuos, Raúl y René con ellos también había tenido algunas aventuras. Alex me indicó que estaríamos en la habitación principal, subimos y al fin pude estar a solas y en manos de Alejandro, me desnudo completamente y comenzó a chupar mis pechos, fue bajando poco a poco y se detuvo en mi ombligo, introdujo su lengua y sentí un cosquilleo muy agradable, bajo su lengua y me la metió completamente en mi panochita, no pude más y me vine, el chupo mis líquidos. Me pidió que abriera mis piernas, se bajó su bóxer y pude ver por su miembro duro como el acero, le pedí que me lo metiera pero se puso a chuparme mis pantorrillas, le suplique, me lo metió de un golpe, fue delicioso, se empezó a mover poco a poco, duro un tiempo que me pareció una eternidad, terminó llenándome de su semen. Quede exhausta, me recuperé, su leche escurría de mi interior, me limpies y me puse mi coqueto mini bikini negro. Nuestros tres amigos nos esperaban en la alberca, por sus caras parece ser que les gusto verme. Estaba muy cansada y tendí una larga toalla sobre el pasto y me acosté boca abajo, dejando a la vista de todos mis atractivos. Miguel se ofreció a ponerme bronceador y darme un masaje. Había tenido una semana muy complicada, pero en estos días había tenido mucho trabajo y el masaje de Miguel empezó a relajarme, sentí como liberó el broche de mi top y me empecé a quedar dormida, descansé profundamente. Cuando desperté estaba completamente desnuda, mi traje de baño había desaparecido, mis cuatro amigos me rodeaban, desnudos y con sus vergas bien paradas, yo ya había tenido sexo con todos pero me asuste al verlos a todos desnudos y rodeándome. Intenté escapar pero Raúl me detuvo, llevó su mano a mi panocha y me metió un dedo, René me acarició el trasero, hicieron que me hincará y que se la mamará a Miguel, esto si me gusto y me excité mucho, René me penetró por mi culo, tenía dos vergas dentro de mí, Raúl se acomodó y me la metió por la panocha, ya eran tres y Alex comenzó a chuparme los pechos, los cinco nos movíamos duro fue una cogida estupenda, todo se vinieron dentro de mí. Ya recuperada fui a buscar mi ropa para ponerme algo, me escondieron todas mis pertenecías, me quede los cuatro días no tan santos entre ellos cogiendo de muchas maneras que les contare en otra historia.

besos bye.
























No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.