jueves, 22 de enero de 2015

Mesalina, la mas puta

Un día en una fiesta que organizaron compañeros de la agencia donde yo trabajaba, la fiesta ya casi llegaba a su fin solo quedamos algunos amigos con los que convivía mas y ya con unas copas de mas mi supervisor empezó a cachondearme a lo que se sumó otro amigo y otro, hasta que uno me empezó a mamar la panocha y me empino para que le mamara la verga a otro les pedí que me la metieran.
Yo no podía creer, que yo estuviera pidiendo como una loca desesperada que me cogieran. Es algo que por mi mente jamás había pasado. Pero en esos momentos era lo que yo estaba no tan solo pidiendo, sino que haciendo, sin el más mínimo signo de pudor de mi parte, disfrutaba el ver cómo esas distintas y diferentes vergas, entraban y salían de mi panocha, de mi culo o de mi boca.

Yo estaba como desesperada, pidiendo más y más, uno de mis amigos comenzó a llamarme Mesalina, y sin tener la menor idea yo en ese instante que fue la esposa de un emperador romano, que se distinguió por competir con una puta a ver con cuántos hombres se acostaba cada una en una noche, la emperatriz dicen que gano y por muchos cuerpos de ventaja. Mientras que yo en esos momentos lo que deseaba era seguir y seguir recibiendo todas las vergas posibles dentro de mi cuerpo.

Cuando vine despertando al siguiente día tirada en una escalera de no sé dónde, completamente desnuda, con algo de mi ropa a mis pies, como pude me la puse. En mi mente apenas recordaba que me había sucedido. Lo que les he contado fue, algo que fui recordando poco a poco. Aunque les diré que no me he quedado con el gusto de estar desnuda y con varios hombres a la vez, que me satisfagan, hasta más y no poder….. 

Es tan rico ser cogida por varios hombres que cuando tengo la oportunidad lo hago.
Besos  bye.
esta es la 3a parte de esta sesión de fotos.
























No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.