lunes, 30 de marzo de 2015

COGIENDO EN LA OFICINA

Estoy muy cachonda, tengo ganas de coger.... Eso es lo que le dije a Marcos un  amigo del trabajo que después de estar toda la tarde en el trabajo leyendo relatos eróticos, me puse  más cachonda de la cuenta. Acto seguido de mis palabras, Marcos me tomo en  sus brazos, rodeé su cuerpo con mis piernas. Me besó con pasión, podía sentir como me humedecía más y más. Me llevó hasta la sala de juntas donde ya no había nadie  y me colocó encima de la mesa, levantó mi blusa y empezó a chupar mis pezones que estaban duros como piedras. Luego fue bajando por mi abdomen mientras me levantaba la falda, hasta que quedó mi tanga mojada al descubierto. Empezó a meter la lengua por el lado de la tanguita, creía que iba a enloquecer. Mientras con la lengua jugaba con mi clítoris, con los dedos jugaba con mi ano. Entonces me dio la vuelta, me puso a cuatro patas encima de la mesa y empezó a mamar mi panocha, desde los labios hasta mi culito. Ohhh que excitación sentir su lengua pasarse por mi culo, mmm me estoy mojando solo de pensarlo. Me vine con solo sus lamidas. Ya no podía aguantar más, quería sentir su verga, pero antes quería recompensarlo. Le bajé los pantalones y empecé a chupar su verga, estaba dura como una piedra. La chupé como un niño chupa un helado, sentía sus jugos que salían, mmm, que ricos. Entonces me levantó y me alzó en sus brazos al mismo tiempo que me la clavaba hasta el fondo. Que gusto, por dios!!! Me tumbó con la espalda encima de la mesa mientras me daba con sus embestidas bestiales, hasta que volví a venir. En unos segundos él también se vino. Salió de dentro de mí y derramó su leche por todo mi cuerpo y en mi boca. Se la chupé hasta dejársela bien limpia. Ahora mismo, escribiendo esto, tengo ganas de llegar a casa, para meterme en la ducha, masturbarme y esperar a que llegue mi marido a casita para cogérmelo hasta reventar. besos bye.
























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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.