martes, 31 de marzo de 2015

COGIDA MAÑANERA

Mi esposo y yo cada día cogemos con más pasión. Me encanta cuando pasa su lengua por todo mi cuerpo, sobre todo por mis zonas bajas y, como no, tener su verga dentro de mí. La última cogida ha sido esta mañana, antes de irnos al trabajo. Esto me mantiene excitada todo el día, para afrontar una dura jornada y estar preparada para la noche. Me he despertado humedecida, me he tocada y he notado como se me llenaba la mano de jugos, esto no puede desaprovecharse. Me he metido por debajo de las sábanas y he despertado a mi semental, adivinen cómo? He bajado sus calzoncillos y he visto salir su verga toda dura. Me lo he metido en la boca y he empezado a lamerlo, a succionarlo. En seguida he notado que mi esposo reaccionado, ha mirado por debajo las sábanas y ha visto a su putita mamando con descaro. Me ha sonreído. He continuado con mi tarea hasta que me toma por los brazos y me ha tirado hacía él. Me ha quitado la tanga con violencia y ha hecho que me sentara en su cara. Ohhh, mmmm, ha empezado a meter la lengua dentro de mí, ssiiiii, que gusto dios. Lamía todo mi sexo, mi ano, yo me movía como poseída, no he podido más, he estallado en su boca. Entonces me ha cogido, me ha puesto a cuatro patas y me ha dado con toda su fuerza, mientras con sus manos tocaba mis pechos y mi clítoris. Me encanta que me coja a cuatro patas, me gusta sentirme como su putita, giro la cabeza y me encanta ver el panorama. Después de un rato observando y sintiendo su verga dentro de mí, he tenido mi segundo orgasmo, un poco antes de que él se viniera dentro de mí. Como viene siendo costumbre, cuando ha salido de mi panocha, le he dejado su espléndida verga reluciente. Nos hemos levantado, nos hemos tomado un café y al trabajo con una satisfacción total. Pues esa ha sido mi historia mañanera. Besos bye.














No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.