La masturbada más espectacular
Les cuento que un día cuando tenía como 19 años llegue de trabajar me
había tocado estar en una tienda de satélite y al llegar a casa entre a mi
cuarto
Comencé a quitarme la ropa para colocarme la pijama y note que mis pezones estaban enrojecidos, mi tanga húmeda y mis muslos calientes.
me puse frente al espejo y observe mi cuerpo, mientras me cepillaba mi cabello y pensaba en el gerente de la tienda un hombre maduro pero atractivo ¿cuánto me gustaba ese señor? ¡Por Dios! Sólo pensaba en su caminar, en sus manos acariciándome y en ese bulto que se le distinguía entre las piernas y ya en varias ocasiones había tenido el gusto de mamarle y de metérmelo..
Sentí mi panocha extremadamente húmeda y comencé a sobarme ahi, donde el algunas veces me acariciaba, me lamia o me chupaba. Comencé lentamente con mis dedos a hacer el recorrido que el me había hecho en ocasiones en que nos encontrábamos para coger
Ahí frente al espejo mi cuerpo desnudo añoraba que el estuviera apuntando con su gran verga gruesa, larga, húmeda y calientita mi panocha o mi culo. Pero el no estaba ahi y yo estaba a reventar de las ganas de que me acariciara y lo metiera como solo el lo sabia hacer... ahí estaba yo frente al espejo sobando mi clítoris con una fuerza loca evocando sus caricias; yo metía y sacaba mis dedos en mi culo y jugueteaba con los labios de mi panocha tratando de simular sus lamidas, me fui poniendo cachonda y con ganas de meterme su gran varga
De repente estaba tirada en el suelo frente al espejo viéndome ahí con mi coño ardiendo en ganas, yo misma con los dedos de mis manos me hurgaba el culito sintiendo esa agradable sensación de ser penetrada por detrás y también los metía a mi panocha. Mis recuerdos eran: ¿Como me gustaba ese señor? como me metía su verga y me hacia chillar y relinchar cuando me acariciaba y me poseía.
La ganas fueron creciendo ahí, frente al espejo recordándolo y acelere el manoseo de mi panocha para poderme correr, tome el mango de mi cepillo del cabello que era similar de largo y grueso a su verga y lo metía por la panocha y tome un frasco de desodorante y lo inserte en mi culo, ahí tumbada estaba tan caliente y arrecha que deje cepillo metido en mi panocha y con los dedos de mi mano acelere con fuerza las sobadas que me pegaba hasta que me dio un fuerte espasmos de contracciones mientras gritaba su nombre y me corrí, me corrí tan fuerte que por muchos minutos tuve la respiración agitada y estuve ahí tumbada frente al espejo.
Ha sido la masturbada más espectacular que he tenido en mi vida y solo evocándolo a el y a su tremenda verga.
Comencé a quitarme la ropa para colocarme la pijama y note que mis pezones estaban enrojecidos, mi tanga húmeda y mis muslos calientes.
me puse frente al espejo y observe mi cuerpo, mientras me cepillaba mi cabello y pensaba en el gerente de la tienda un hombre maduro pero atractivo ¿cuánto me gustaba ese señor? ¡Por Dios! Sólo pensaba en su caminar, en sus manos acariciándome y en ese bulto que se le distinguía entre las piernas y ya en varias ocasiones había tenido el gusto de mamarle y de metérmelo..
Sentí mi panocha extremadamente húmeda y comencé a sobarme ahi, donde el algunas veces me acariciaba, me lamia o me chupaba. Comencé lentamente con mis dedos a hacer el recorrido que el me había hecho en ocasiones en que nos encontrábamos para coger
Ahí frente al espejo mi cuerpo desnudo añoraba que el estuviera apuntando con su gran verga gruesa, larga, húmeda y calientita mi panocha o mi culo. Pero el no estaba ahi y yo estaba a reventar de las ganas de que me acariciara y lo metiera como solo el lo sabia hacer... ahí estaba yo frente al espejo sobando mi clítoris con una fuerza loca evocando sus caricias; yo metía y sacaba mis dedos en mi culo y jugueteaba con los labios de mi panocha tratando de simular sus lamidas, me fui poniendo cachonda y con ganas de meterme su gran varga
De repente estaba tirada en el suelo frente al espejo viéndome ahí con mi coño ardiendo en ganas, yo misma con los dedos de mis manos me hurgaba el culito sintiendo esa agradable sensación de ser penetrada por detrás y también los metía a mi panocha. Mis recuerdos eran: ¿Como me gustaba ese señor? como me metía su verga y me hacia chillar y relinchar cuando me acariciaba y me poseía.
La ganas fueron creciendo ahí, frente al espejo recordándolo y acelere el manoseo de mi panocha para poderme correr, tome el mango de mi cepillo del cabello que era similar de largo y grueso a su verga y lo metía por la panocha y tome un frasco de desodorante y lo inserte en mi culo, ahí tumbada estaba tan caliente y arrecha que deje cepillo metido en mi panocha y con los dedos de mi mano acelere con fuerza las sobadas que me pegaba hasta que me dio un fuerte espasmos de contracciones mientras gritaba su nombre y me corrí, me corrí tan fuerte que por muchos minutos tuve la respiración agitada y estuve ahí tumbada frente al espejo.
Ha sido la masturbada más espectacular que he tenido en mi vida y solo evocándolo a el y a su tremenda verga.
Ahhhhhhhhhhhhhh besos
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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.