martes, 30 de mayo de 2017

Invasión anal en la noche

  Una noche que mi esposo salio de viaje, me dispuse a ver una película porno, me puse tan cachonda que decidí hacer algo para satisfacer mi calentura. Me puse mi tanga y ligeros negros que me encantan y me pinté como puta. En mi cuarto pasé un rato frente al espejo masajeándome las tetas sobre el brasier y sobándome la panocha sobre la tanga. Puse luz suave y música sensual y comencé a moverme como si estuviera seduciendo a alguien. Al poco expuse mis tetas y comencé a chuparme los pezones con verdadero placer. Me quité la tanga  y dejé expuesto mi rasurada panocha, donde el clítoris y labio  sobresalían. Me froté la vulva con mis dedos ensalivados hasta que comencé a sentir una rica humedad.

Estando así pase a lo que quería: busqué en mi buro mi dildo que tan feliz me ha hecho y mi frasco de lubricante. Al poco lamía con lujuria el dildo, y aprovechando su base lo pegué en la pared para ponerme de rodillas y chuparlo como rico postre. Mientras lo hacía me sobabas las tetas y frotaba la panocha ya húmeda. Cada chupada era sonora y esto me calentaba más. Un rato después, puse el dildo en el suelo y me acomodé encima. Entró en mi vagina con facilidad, gracias a la saliva y mis propios jugos. Así comencé el mete saca cabalgándolo al principio con lentitud, después más acelerada. Acerqué un espejo y me excitaba ver como la verga de plástico entraba hasta el fondo y salía provocando un delicioso sonido. - Ayyy si, que rico, nene, cómete mi panocha, cómetelo todo ... Susurraba a mi dildo. Yo gemía cada vez más acelerada hasta que me vine en varios espasmos, tumbándome en el tapete del suelo para reponerme. La verga seguía clavada y la saqué para chuparla gustando mis propios jugos.

- Ay, nene, ¿ahora quieres comerme el culo? Que sucio eres! Me ensalivé los dedos y los pasé por el culo hasta dilatarlos. Puse el dildo en el suelo con lubricante  en la punta. Me senté encima clavándomelo en el culo gemí de satisfacción cuando la gruesa barra se abría camino en mi agujero, expandiendo mis esfínteres. Al espejo veía como la barra iba entrando poco a poco hasta casi las bolas. - Ayyy, nene, como sabes encular una puta! Cabalgué la barra en un rico y sonoro mete saca, cada vez más rápido y profundo. Cerraba los ojos para sentir la barra invadiéndome sin pudor y de vez en cuando los abría para ver en el espejo como desaparecía en mi pobre culo. Hice una pausa para arrodillarme y chuparlo. - Mmm, que pervertido dildo! Ahora quieres que te chupe con sabor a mi culo! Después volví a ensartarlo y a una segunda fase de mete saca en mi culo mis gemidos se mezclaban con el sonido de la enculada.

Cuando me sobé el clítoris volví a un segundo y tremendo orgasmo tan tremendo que me tumbé en el suelo exhausta.

En minutos me metí en la cama y dormí apenas unos minutos. Desperté muy cachonda otra vez. Puse el dildo al frente y me abrí de piernas todo lo pude, mostrando mi raja húmeda . En esa posición tomé el dildo y me lo metí en la panocha haciendo otro largo mete saca. Pero lo que mi dildo quería otra cosa ... -Que? otra vez quieres encularme? Entonces pegué el dildo al borde la cama y me puse en el suelo en cuatro con el culo en dirección al dildo. Su gorda punta entró en el anillo y gemí, anticipando el cilindro que volvió a invadirme. Allí me enculé tan rico y fuerte que la pobre cama crujía ante cada embate. - Ahhhh, que rica verga, nene! Come, come, no pares...

Volví a frotarme el clítoris y sin dejar de moverme volví a mi tercer orgasmo. Me quedé un rato quieta, reponiéndome, pero aún con la barra adentro. Ni el dildo quería salir ni mi culo dejarlo!


Me acosté y cobijé con el dildo adentro del ano, y así me quedé dormida, soñando que el dildo me enculaba toda la noche,
 bueno les mando muchos besos espero sus comentarios y les  comparto otras de mi colección





























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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.