jueves, 18 de mayo de 2017

Dedeada en el microbús

Era una calurosa mañana, mis vacaciones estaban próximas, pero aún me quedaba una semana más de trabajo. Me levanté y me fui directa a la ducha, sentía como el agua helada recorría mi piel, bajaba por mis pechos, humedecía mi vello. Ese frescor me aliviaba, cómo era posible que hiciera tanto calor!!

No apetecía vestirse demasiado, si hubiera sido por mí, habría salido desnuda a la calle. Me puse una camiseta de tirantes finos y una falda corta, me calcé mis sandalias y salí a la calle sin ropa interior, se iba más a gusto. Tenía que tomar el microbús ese día no circulaba mi auto , si no me apuraba llegaba tarde, así que tuve que dar una pequeña carrera hasta la parada. Mis pechos se movían al compás de mis pasos, la falda dejaba entrever mis piernas. Algunos hombres se quedaron mirando mis tetas mientras se movían, eso me gustaba, y porque no decirlo, también me excitaba.

Subí al micro totalmente acalorada, me sentía deseada por algunos de los pasajeros y me empecé a mojar, estaba el micro llenísimo, no cabía un alfiler. Me puse donde pude, estaba de pie, entre un montón de gente, tenía una de mis caderas apoyada en un asiento, para no perder el equilibrio. El microbús inició su viaje, estaba rodeada de hombres, me excitaba.

De pronto empecé a sentir una mano en una de mis nalgas, me quedé parada, inmóvil, sorprendida. No sabía qué hacer, si irme a otro sito (prácticamente imposible) o si llamarle la atención, opté por quedarme callada, pero empecé a sentir como la mano iba bajando, poco a poco y tocaba la parte interior de mis muslos. Apreté con fuerza la barra del bus, mi respiración se aceleraba, mi corazón palpitaba con fuerza.

El desconocido empezó a subir su mano lentamente y empezó a tocarme el culo por debajo de la falda y yo sin ropa interior!!
Estaba indefensa. Sentí como su mano bajaba despacito, con cuidado y quería tocar los labios de mi panocha, puse un poco el culo en pompa, me estaba volviendo loca, separé despacito mis piernas y sentí como su mano me sobaba entera, le estaba poniendo la mano perdida con mis fluidos!! El no hacía más que sobarme de adelante a atrás.

Hasta que sus dedos separaron en mi clítoris, mi respiración estaba súper acelerada, mi corazón bombeaba con fuerza. Sentía que me iba a desmayar del placer!!! Jadeaba despacito, no quería que me descubrieran.

Sentí como un dedo se introducía en mí, apreté con fuerza la barra, cogí aire y empecé a sentir un placer como el que no había sentido nunca. El desconocido era muy hábil con los dedos, con la misma mano me tocaba el clítoris e introducía un dedo. La cadencia de los movimientos se aceleraba, yo me estremecía, el temor a ser descubierta era aún más excitante.

Hasta que un escalofrío recorrió mi cuerpo, se me puso la piel de gallina, cerré los ojos, me mordí el labio y sentía como un orgasmo me llegaba, no pude evitar mover mi pelvis al compás de sus movimientos.

El desconocido cesó en sus movimientos, el microbús se paró, era mi parada, baje como pude aún aturdida. Mientras recorría los pocos metros hasta llegar a la oficina, pensaba en lo sucedido y no me lo podía creer.


Un beso a todos



















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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.