Les
voy a contar la historia que me pasó la semana pasada y espero que les guste
Fue
en las fiestas del pueblo de la familia de
mi esposo, así que como todos los años me fui a pasar un par de días. Solemos
beber bastante así que como todos los años para cuando llegamos las 4 de la
mañana ya no sabía ni qué hacía ni dónde estaba y, como todos los años mi
esposo empezó a darle la idea de darme
por culo. Sabía que tenía muchas ganas de que cogiéramos porque llevábamos una
semana sin coger y tanto a mí como a él nos apetecía muchísimo (somos una pareja
muy activa sexualmente y solemos hacerlo todos los días y tras una semana a mí
ya me daba igual dónde y cómo lo hacíamos).
Total,
que eran como las 4 de la mañana y estamos volviendo a la casa de sus padres
cuando me cogió la mano y me la metió por su pantalón, tenía una erección
enorme y es que yo iba vestida para matar ese día; soy una mujer con buenas
tetas y con un culo respingón de esos que todos te van dando azotes cuando
tienen la suficiente confianza. Ese día llevaba un minivestido de esos que
cuando te agachas se te ve un poco el culo y con un escote que dejaba ver mi
canalillo, me había vestido para
calentar a mi esposo durante toda la noche y por lo visto lo había
conseguido.
Como
yo también estaba bastante caliente le cogí la mano y lo llevé a un campo que
hay cerca de su casa y en el que no hay nada de luz que nos pudiese iluminar.
Cuando llegamos allí le empecé a besar por el cuello y a contarle todo lo que
le iba a hacer: primero le iba a bajar los pantalones y a sacarle su verga, que
por entonces ya estaba en bastante dura, para comérmela como nunca. Me gusta
que mi esposo me agarre la cabeza y me la lleve contra su verga para mamársela
así que se lo dije y empecé a chupársela primero despacito y luego más duro,
variando el ritmo para que cuando estaba a punto de venirse se calmó justo para seguir una y otra vez.
Mi
esposo, que para entonces estaba que no podía más, me hizo tumbarme en el suelo
y empezó a abrirme el escote del vestido para chuparme las tetas mientras me
decía que empezara a meterme un dedo. Para cuando estaba a punto de venirme me
dijo que parara y me la metió muy lentamente, yo estuve a punto de gritar del
placer pero me tapo la boca con la mano para que no nos descubriesen. Mi esposo
tiene una verga perfecta, de esas que no son muy largas pero son gorditas por
lo que cuando me la mete la siento muy gorda y eso me pone cachondísima.
Cuando
me vine no pude evitarlo y solté un grito que pensé que nos descubrirían pero
mi esposo siguió dándome y dándome hasta que pensé que no podía llegar ni una
vez más. De repente me cogió y me dio la vuelta poniéndome de rodillas. Pensé
que iba a cambiar a la postura del perrito así que seguí acariciándome pero
cuando noté que un dedo suyo empezaba a acariciarme el culo supe lo que iba a
hacer. Le dije que por favor que parara, que me iba a doler pero estaba tan
cachondo que me dijo que no, que había comprado lubricante y que llevaba todo
el día pensando en subirme el vestido y darme por culo una y otra vez hasta que
gritara pidiéndole más y más.
Sacó
el lubricante y me lo puso en el culo mientras me metía primero un dedo y luego
dos para ir abriéndome. Mi esposo me dijo que me masturbara con un dedo
mientras él me lo hacía en el culo. Me empecé a tocar y acariciar y empecé a
sentir el comienzo de un orgasmo. Le dije que me metiera la verga porque estaba
a punto de venirme y él muy despacio empezó a penetrarme. Me empezó a doler
mucho y le dije que parara, que no podía y que me iba a romper el culo pero él
no me hizo caso y agarrándome por la cintura me inmovilizó para seguir metiéndomela
muy despacio hasta el fondo.
Cuando
la note toda dentro y empezó a moverse, el dolor se transformó en placer y
cuando noté que me empezaba a meter un dedo en la panocha empecé a moverme como
poseída y a decirle que me diera más y más fuerte. Él empezó a decirme toda
clase de insultos, como que parecía una puta abierta a cuatro patas y dándome
por el culo en plena calle y a mí eso me
ponía más cachonda. Le decía que más fuerte pero cuando notaba que me venía
cambiaba el ritmo y me hacía volver a empezar otra vez.
Le
dije que me diera más y que me metiera más la verga, tan hondo como pudiera en
mi culito, que me había puesto como una perra y que me diera de nalgadas que me
ponían cachondísima. Sentí como se le ponía más dura todavía y como se le
contraían los huevos antes de que su semen saliese disparado y me llenara el
culo mientras soltaba un jadeo y gritaba : siiiiiiiiiiiii.....
Cuando
acabamos me bajo el vestido y yo le limpié la verga lamiéndosela y tragándome
las gotitas que le quedaban en la punta. Nos terminamos de vestir y fuimos a
casa como si nada hubiera pasado. Cuando llegamos a casa me dijo que llevaba
todo el día pensando en que hoy me daría por culo.
aquí les dejo unos recuerdos besos.....
espero les gusten y espero sus comentarios.
espero les gusten y espero sus comentarios.
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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.