jueves, 25 de mayo de 2017

POR EL CULO

Les voy a contar la historia que me pasó la semana pasada y espero que les guste

Fue en  las fiestas del pueblo de la familia de mi esposo, así que como todos los años me fui a pasar un par de días. Solemos beber bastante así que como todos los años para cuando llegamos las 4 de la mañana ya no sabía ni qué hacía ni dónde estaba y, como todos los años mi esposo empezó a darle la  idea de darme por culo. Sabía que tenía muchas ganas de que cogiéramos porque llevábamos una semana sin coger y tanto a mí como a él nos apetecía muchísimo (somos una pareja muy activa sexualmente y solemos hacerlo todos los días y tras una semana a mí ya me daba igual dónde y cómo lo hacíamos).

Total, que eran como las 4 de la mañana y estamos volviendo a la casa de sus padres cuando me cogió la mano y me la metió por su pantalón, tenía una erección enorme y es que yo iba vestida para matar ese día; soy una mujer con buenas tetas y con un culo respingón de esos que todos te van dando azotes cuando tienen la suficiente confianza. Ese día llevaba un minivestido de esos que cuando te agachas se te ve un poco el culo y con un escote que dejaba ver mi canalillo, me había vestido  para calentar a mi esposo durante toda la noche y por lo visto lo había conseguido. 

Como yo también estaba bastante caliente le cogí la mano y lo llevé a un campo que hay cerca de su casa y en el que no hay nada de luz que nos pudiese iluminar. Cuando llegamos allí le empecé a besar por el cuello y a contarle todo lo que le iba a hacer: primero le iba a bajar los pantalones y a sacarle su verga, que por entonces ya estaba en bastante dura, para comérmela como nunca. Me gusta que mi esposo me agarre la cabeza y me la lleve contra su verga para mamársela así que se lo dije y empecé a chupársela primero despacito y luego más duro, variando el ritmo para que cuando estaba a punto de venirse se calmó  justo para seguir una y otra vez. 

Mi esposo, que para entonces estaba que no podía más, me hizo tumbarme en el suelo y empezó a abrirme el escote del vestido para chuparme las tetas mientras me decía que empezara a meterme un dedo. Para cuando estaba a punto de venirme me dijo que parara y me la metió muy lentamente, yo estuve a punto de gritar del placer pero me tapo la boca con la mano para que no nos descubriesen. Mi esposo tiene una verga perfecta, de esas que no son muy largas pero son gorditas por lo que cuando me la mete la siento muy gorda y eso me pone cachondísima.

Cuando me vine no pude evitarlo y solté un grito que pensé que nos descubrirían pero mi esposo siguió dándome y dándome hasta que pensé que no podía llegar ni una vez más. De repente me cogió y me dio la vuelta poniéndome de rodillas. Pensé que iba a cambiar a la postura del perrito así que seguí acariciándome pero cuando noté que un dedo suyo empezaba a acariciarme el culo supe lo que iba a hacer. Le dije que por favor que parara, que me iba a doler pero estaba tan cachondo que me dijo que no, que había comprado lubricante y que llevaba todo el día pensando en subirme el vestido y darme por culo una y otra vez hasta que gritara pidiéndole más y más.

Sacó el lubricante y me lo puso en el culo mientras me metía primero un dedo y luego dos para ir abriéndome. Mi esposo me dijo que me masturbara con un dedo mientras él me lo hacía en el culo. Me empecé a tocar y acariciar y empecé a sentir el comienzo de un orgasmo. Le dije que me metiera la verga porque estaba a punto de venirme y él muy despacio empezó a penetrarme. Me empezó a doler mucho y le dije que parara, que no podía y que me iba a romper el culo pero él no me hizo caso y agarrándome por la cintura me inmovilizó para seguir metiéndomela muy despacio hasta el fondo. 

Cuando la note toda dentro y empezó a moverse, el dolor se transformó en placer y cuando noté que me empezaba a meter un dedo en la panocha empecé a moverme como poseída y a decirle que me diera más y más fuerte. Él empezó a decirme toda clase de insultos, como que parecía una puta abierta a cuatro patas y dándome por el culo en plena calle  y a mí eso me ponía más cachonda. Le decía que más fuerte pero cuando notaba que me venía cambiaba el ritmo y me hacía volver a empezar otra vez.
Le dije que me diera más y que me metiera más la verga, tan hondo como pudiera en mi culito, que me había puesto como una perra y que me diera de nalgadas que me ponían cachondísima. Sentí como se le ponía más dura todavía y como se le contraían los huevos antes de que su semen saliese disparado y me llenara el culo mientras soltaba un jadeo y gritaba : siiiiiiiiiiiii.....


Cuando acabamos me bajo el vestido y yo le limpié la verga lamiéndosela y tragándome las gotitas que le quedaban en la punta. Nos terminamos de vestir y fuimos a casa como si nada hubiera pasado. Cuando llegamos a casa me dijo que llevaba todo el día pensando en que hoy me daría por culo.
aquí les dejo unos recuerdos besos.....
espero les gusten y espero sus comentarios.
























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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.