viernes, 19 de mayo de 2017

Mamada a un amigo

Pues estaba yo en casa y no tenía ganas de hacer nada y mi marido había salido a buscar materiales para su trabajo así que me quede en casa. Tome el celular y le mande un mensaje a un amigo que se llama Jonathan y decía textualmente: ¿puedes venir a mi casa para que te limpie la verga? Él me contesto: si te parece bien a las seis y cuarto, dime dónde. le conteste ven a mi casa

Espere y esperé con el miedo de que no sabía a qué hora llegarían mi esposo. Faltaban 45 minutos para que Jonathan llegará y no tenía absolutamente nada que hacer así que me masturbe durante un rato en el lavabo, me senté  y comencé a jugar con mi panocha durante un cuarto de hora o así, me moje y me restregué bien la tanga hasta que… digamos que me canse. Fui a la cocina saque una botella de tequila, me bebí como unos cinco vasos mezclados con limón, pero como no paraba de beber por la espera me puse algo borracha, fui a mear como cuatro veces, cada vez era más absurda y disoluta, ja, ja, ja o sea, cada vez iba a menos hasta que al final llego la hora.

 Hacía más de cuatro meses que no lo veía mi amigo así que estaba en la ventana a ver si lo veía, lo confundí dos veces, con eso te lo digo todo. Aquel día no se le había ocurrido otra cosa que ponerse unas chanclas, yo las odio. Yo llevaba un short cortito de mezclilla, camiseta corta, zapatillas altas y mi pelo largo recogido en una coleta.

Jonathan llego yo lo esperaba con la puerta abierta, le ofrecí un cigarrillo, le ofrecí una copa y no quiso nada de eso, él sólo había venido a que se la comiera, lo lleve a mi habitación y como iba algo mareada.

Me arrodille ante él y no pude quitarle el cinturón, no era de los de hebilla, si no de esos modernos que llevan dos cosas, una arriba y otra debajo, así que entre risas le pedí que se lo quitará él, yo le baje los pantalones y le chupe la verga un rato por encima del calzon, al cabo de un rato se los baje también y sin mediar palabra me metí su verga en mi boca.

Fue un poco a saco, al menos las cuatro primeras veces, después le dije que se tumbará sobre la cama, se quitó las chanclas y los pantalones, se quitó los calzones y empecé a comerle la verga de nuevo. Primero desde la punta a la base, así una y otra vez hasta que decidí centrarme en sus huevos, me encanta comerle los huevos, que los tengan grandes, no sé qué es lo que tienen pero me vuelven loca. Me metí uno en la boca y me dedicaba a absorber para dentro siempre un poco más, en una de esas me dijo que lo había lastimado, pero yo seguí a lo mío, los tenía muy rojos casi tanto como su cabeza se le puso luego.

Me comía la punta de su verga mientras la jalaba y a la misma vez le toqueteaba los huevos con la otra mano, puse su verga lo más recta y dura que pude y me dedica a bajar y subir la cabeza…

De pronto me dijo: para, para. Yo me pare y me reí, me dedique a masturbarlo suavemente hasta que me mando seguir, yo continúe jugando con mis labios en su capullo, volví de nuevo a chuparle los huevos, abría mucho la boca para intentar metérmelos los dos pero no se pudo. En su verga, apretaba con los labios de arriba abajo por todo el tronco y luego le mordía con los dientes y de nuevo me dijo que parase, esta vez sería la última que parase, después seguí chupándosela hasta que note un par de contracciones en sus piernas y de pronto empezó a soltar leche, soltó tres chorros no muy potentes, el primero ni lo note, el segundo se resbalo por toda su verga y el tercero me lo trague entero, continúe un rato masturbándolo y comiéndole los huevos, la verdad es que yo estaba muy sudada, hacía muchísima calor en mi habitación, él estaba empapado y yo estaba muy a gusto masturbándolo y comiéndome sus huevos, me había cansado mucho pero ahora que se acababa no tenía ganas de que se fuera.


Por momentos se le fue haciendo más y más pequeña y le pregunte: ¿bien? A lo que él me contesto lo mismo, me lave las manos en el lavabo, él me siguió para lavarse un poco, después estuvimos hablando un poco y se marchó.

les dejo otras de mi coleccion privada ,comenten como me veo.





















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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.