viernes, 24 de abril de 2015

LAS VACACIONES HACEN QUE ME SALGA LO PUTA


La verdad es que no era el día óptimo para ir a la playa pues hacia poco mucho sol
La verdad es que al llegar la playa estaba desierta, así que nos pusimos a lo nuestro, a tomar el sol desnudos. Durante la estancia, como hacia un poco de viento, mi esposo se arrimó a mi y claro con el contacto mis pechos se empezaron a poner duros,. Al verlos mi esposo sonrió y pícaramente comenzó a acariciarlos y su verga se empezó a poner dura por lo que comencé a sobarla y meneármela. Pero ya estando calientita comencé a darle unas mamadas ahí mismo sin importar si pasaban. En eso me dice mi esposo, “Vaya tenemos publico” (un chico nos estaba observando) y yo le dije, “bueno, mirar es gratis y yo estoy en la gloria con esta mamadita, si quieren mirar que miren,”. Eso me excito más pues el ritmo de la mamada aumento. Por suerte la playa estaba casi desierta y podíamos dedicarnos a lo nuestro.

La temperatura aumentaba cada vez más y mi esposo me empezó a acariciar las tetas con una mano y con la otra me empezó a sobar la panocha. Yo para calentar más la situación comencé a acariciarle la verga y a darle chupaditas y el con los dedos me habría mi panocha, por lo que el chico podía ver perfectamente el interior de mi panocha  y como me metía los dedos. El chico muy correctamente se limitó a quedarse sentado mirando.

Con la calentura ya encima, me monte sobre mi esposo abri las piernas y meti su verga en mi panocha lentamente, para después empezar a darme unos sentones riquísimos. Para esos momentos el chico, que podía ver todo perfectamente por la posición, ya se acariciaba la verga mientras nos miraba coger. Seguro que podía ver mis nalgas y la verga de mi esposo  entrando y saliendo perfectamente desde donde estaba sentado masturbándose.

De repente el ruido de una moto lejana nos hizo alertarnos, temimos que fuera la policía ya que a veces pasa la patrulla con la moto por la playa para vigilar. Claro se rompió la magia. El chico nos llama y nos dice “un poco más adelante hay una zona de rocas que hace un escondite, allí estarán más tranquilos sin preocuparse tanto por si pasa alguien”.

A mi me gustó la idea, así que tomamos las toallas y la bolsa y nos dirigimos al lugar que estaba como a unos 30 metros. Allí encontramos un hoyo alargado que estaba totalmente cubierto por rocas  excepto una pequeña entrada que le daba el acceso. Entramos, tiramos las toallas en el suelo, me hinque y comencé de nuevo a mamarle la verga a mi esposo. El chico llegó y se sentó a la entrada del lugar, quedando a unos metros de nosotros viendo. Era nuestro vigilante particular. El vigilaba y como pago podía mirar y masturbarse. En eso mi esposo me puso en cuatro de cara al chico y comenzó a darme por atrás. Cada vez que gemía miraba al tipo con cara morbosa. Luego nos volvimos a cambiar y yo me puse tumbada boca arriba y puso mis piernas en sus hombros, me abrió la panocha y la fue metiendo  poco a poco. El tipo podía ver todo de frente pues estaba sentado a unos metro del espectáculo.

Comencé a moverme enseñando mi panocha abierta y penetrada por la verga de mi esposo  mientras a la vez me acariciaba el clítoris. Así estuvimos un rato hasta que lo mire a los ojos y le dije “vente en mi boca quiero que él lo vea”. Me levante  la puse en la boca y se la mame hasta que comenzó a salir  su leche caliente de su verga  directa a mi boca. Salió tanta que se la derramó en mi cara. Entonces mirando al chico comencé chupar los restos que estaban en mi cara. El chico estaba rojo de la excitación, así lo indicaba el color de su cara.

Entonces ya finalizada la aventura nos limpiamos y con tan solo un “gracias y adiós” por decirnos en escondite y nos fuimos dejando al chico.
Y esa fue la aventura del dia ya les contare las otra mas adelante.

Besos bye.












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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.