Hola de nuevo!
Ahora quiero contarles mi primer como me hicieron un trío, esto sucedió el que
atiende el almacén de mi trabajo.
Un día, mi jefe me encargo que checara unas existencias de
material en el almacén y fui ya casi terminando el turno , entonces le pedí al
chico del almacén que me apoyara con esa información, como yo iba vestida como
siempre muy sexy me empezó hacer la plática, pero al pasar el rato me empezó a
decir que me veía muy bien, y yo le respondía muy coqueta que si le gustaba y
el respondía que si y me empezó a decir cosas muy cachondas y yo que soy muy
calenté me empecé a mojar, de todo lo que me decía, y llego el momento que no
me aguante me avance sobre el, empezamos a besarnos y a sacarnos la ropa. Estaba
sedienta de sexo, así que le saqué rápido la verga para empezar a lamérsela. El
me agarraba la cabeza y me empujaba para metérmela toda esto gustaba. Cuando
estábamos en eso, escuchamos un ruido... Apareció su jefe un hombre de unos 50
años, algunas canas, pancita, pero bien parecido. Como si cuando era joven
hubiera sido todo un galán. ¡Al principio me ruborice! Tenía miedo que nos reportara
por tener sexo en el almacén, además me
daba vergüenza que me viera desnuda alguien que es más grande que mi
padre.
Sin embargo, se empezó a desabrochar la camisa que tenía puesta
y dijo "¿puedo unirme a la fiesta?" Yo no sabía qué decir, una parte
de mí no quería, pero ¡la otra deseaba cogida por dos hombres a la vez! Aun así, el
chico fue el que respondió por mi "claro jefe
Sin más ni más, se sacó todo y dejo ver una verga más corta que
la del chico, pero mucho más ancha. Me la puso en la boca sin pedir permiso,
mientras el otro chico me empezaba a coger. El jefe me apretaba las tetas como
si nunca hubiese tocado unas, ¡esto me excitaba! No quiso que siguiera
mamándole, sino que me dio un beso mientras seguía amasándome las tetas, le
encantaban.
Este maduro, ¡quería metérmela por el culo! Yo no quería y el
chico dijo "yo quiero metérsela , así que yo se la voy a meter por
atrás" sabía que no podía negarme, así que solo le dije que lo hiciera con
cuidado. Así que empezó a meterme un dedo, después dos, hasta tres... mientras
el otro se dedicaba a mis tetas, ya les dije, ¡le encantaban!
Si bien estaba un poco negada, empecé a disfrutar que me tocara
el culo, con la lengua con los dedos, era una forma diferente, pero que me
hacía gozar también. Fue entonces cuando sentí que me empezó a meter su verga.
¡Me dolió! ¡Grité! Le dije que la saque, pero él la siguió metiendo, solo me
dolía, pasó solo un minuto, pero solo sentía dolor... De a poco fue cuando
empecé a disfrutarlo. Y ahí fue, cuando le dije al jefe "si vas a hacer
algo ¡cógeme ahora!" Ni yo me reconocí, pero me dieron unas inmensas ganas
de que me cogieran la mismo tiempo los dos... ¡tenía dos vergas dentro mí! Me
dieron dos orgasmos casi seguidos, ¡disfruté como nunca! A todo esto, no
paraban de tocarme y besarme, me sentía tan deseada, ¡tan puta! Me
gustaba.
Al rato, se vino el chico, me llenó el culo de su leche
calentita. Estaba tan feliz de haberme perforado el culo que se quedó un rato
prendido ahí. El otro seguía aguantando. Me puso en cuatro, aprovechando que el
chico había salido y me manoseaba las tetas, me vine otra vez y el dentro mío.
Sentí como corría su leche... ¡Y ahí me di cuenta que no habíamos usado
preservativos! No me importó. Estaba disfrutando tanto... Nos besábamos como
locos. Ya estábamos exhaustos, al menos yo... Había pasado como una hora y yo
ya me tenía que ir. Me despedí de los dos y quedamos en que la próxima vez que
nos juntáramos íbamos a invitar al jefe de nuevo.
. Cada día me siento más puta, y eso me gusta... Besos
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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.