Cuando estoy en casa y no hay nadie me
gusta andar desnuda, sintiendo mi cuerpo libre, sin complicaciones, me parece
muy excitante andar suelta, sintiendo el roce de mis piernas.
Era sábado en la noche, sin nada que
hacer, saqué unas cervezas del refri y encendí la PC, me metí a una página
porno y puse una película, empecé a acariciarme las tetas, y a apretar mis
piernas, el roce de mis piernas con mi panocha es totalmente excitante, mi panochita
perfectamente depilada, una de mis manos sube y me meto un dedo a la boca, para
humedecerlo y baja hasta mi panocha, empieza a abrirse camino, llega hasta mi
hueco y me doy cuenta que estoy más mojada de lo que me imaginaba, con mis
dedos empiezo a distribuir esos jugos por toda mi panochita, con mi otra mano
me apretó mis tetas, las estrujo y cierro los ojos para dejarme llevar por lo
que estoy haciendo.
Mi dedo sube hasta encontrar mi rajita,
que está roja y gruesa, excitada y esperando que yo misma satisfaga mis ganas.
Me doy gusto un rato, moviendo rápidamente mi dedo, me ayudo con un movimiento
de cadera, y trato de besarme mis tetas, que están ya rojas, de los pellizcos y
apretones que me proporciono.
Me levanto y voy directamente al refri,
saco un pepino, es de buen tamaño, en su parte inicial es delgado, pero va
aumentando su grosor.
Vuelvo a mi cama, y en la PC el tipo la
está penetrando por el culo y por la concha, la mujer tiene un consolador que
ella misma lo mueve a su gusto. Meto la parte delgada del pepino en mi boca, lo
lamo, lo mamo, como si fuera una gran verga, y mi mano está ocupada, dándome gusto,
metiendo dos dedos en mi panocha mojada y tibia, aprieto mis piernas, y la
sensación de mi mano en mi panocha es indescriptible, luego bajo el pepino,
abro muy bien las piernas, para que mi panocha quede expuesta, empiezo a
penetrarme con ese buen pepino, que sé que me va a hacer gozar, empiezo a meter
despacio el tronco, entra y sale, sin dificultad, y mi boca esta con mis dedos,
lamiéndolos y gozando, luego, paso mi mano por detrás de mí, para que el pepino
penetre mejor, mis piernas están al máximo, y mis gemidos se hacen salvajes,
hummmmm siiiiiiiiii, ¡¡¡qué bien!!!, el pepino está en la mitad, y mi cuerpo me
pide más.
Me levanto sin sacarme el pepino de mi
agujero, coloco una almohada en el centro de la cama, y me paro sobre ella,
bajo, suavemente, sosteniendo el pepino para que no se salga de mi agujero, que
está lleno, ¡pero con gamas de más!
Llego hasta la almohada, y entonces
empiezo a bajar más y más para que el pepino entre, me duele, ¡Ahhhhhhhh! Ya
está la parte más gruesa dentro de mí, y se está abriendo camino sin tapujos,
empujo más y más, ¡¡¡si!!! Me siento totalmente llena, y lo dejo ahí por unos
instantes para que mi panocha se acostumbre al nuevo tamaño del instrumento que
me parte en dos. Luego, me acuesto nuevamente en la cama, y con mi mano, le doy
movimientos giratorios al pepino, eso me arranca muchos gemidos. De gozo, de
placer, el movimiento cambia y empieza el mete y saca desenfrenado de mi mano,
¡que hace que me corra de una vez! ¡Ahhhhhhhhhhhhhh! ¡Siiiiiiiiiiii! Y lanzo un
suspiro, dejo a mi amigo ahí, por un rato, me gusta esa sensación, mis jugos
brotan por entre mi entrepierna y el pepino sale solo, gracias a la lubricación
de mi corrida.
Lo tomo, y me lo llevo a la boca, donde
lo limpio y no dejo una sola gota, el sabor de mis jugos es fabuloso, y mi boca
queda abierta como deseando más…
Busco entre los cajones, algo que me
ayude con esta tarea, y encuentro uno de mis consoladores de buen grosor
Lo tomo y las empiezo a besar, lo lamo,
lo muevo en mi boca, suavemente, una de mis manos lleva el líquido que todavía
queda en mi panocha hacia mi agujero, voy dilatando poco a poco mi culo, porque
quiero pasármela en grande, logro meter la punta de mi dedo, empiezo a moverlo
de un lado al otro, y me vuelvo a excitar mucho, mis jugos ya están saliendo de
nuevo, bajan y ayudan a mi dedo, agarro el cosolador hacia mi culo, empiezo a meterlo, lentamente,
ya está mojada, pero necesita más ayuda. Levanto mi culo, me pongo en cuatro
sobre la cama, y abro bien mis nalgas, para facilitarle el paso a mi juguete, entra y luego la saco, entra hasta cierto
punto y sale, ¡ah! ¡Que gusto! es muy interesante sentir ese juguete en mi
interior, cuando logro tener lo máximo en mi culo, y hacerme gozar todo lo que
puedo, tomo el pepino y me la clavo en mi panocha, que a esa hora estaba
chorreando mis jugos por mis piernas, el mete y saca de los dos instrumentos me
vuelven loca, ¡¡¡Sí!!! Mis gemidos y gritos deben escucharse, pero no me
importa, estoy disfrutando tanto que no me importa si toda la calle se da
cuenta, ¡¡¡ah!!!! ¡¡¡Si, que rico, es delicioso, ah!!!! Me estremezco y termino
con otra corrida mundial ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh!
Muchos Besos bye.
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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.