lunes, 23 de octubre de 2017

PUTISIMA


Esto me paso hace casi un año. Trabajo como secretaria y siempre me ha gustado el anal. Escuché una conversación en una oficina cercana a la mía, cuando fui a llevar unos papeles cerca de mi oficina, dos hombres que son contratistas estaban platicando que les gustaba "clavarse a las hembras por el culo". Uno le dijo al otro que esa noche iba a ir a una calle de prostitutas a buscar una puta que se lo diera. "A las 6 me voy", le dijo a su amigo. Me di cuenta que el hombre entró a su oficina. Me propuse tratar de interceptarlo al anochecer cuando saliera de su oficina. Me asee debidamente en mi oficina y salí justo a tiempo. Lo esperé cerca del estacionamiento donde tenía su auto. Solo tenía una ruta para salir y me paré en la esquina junto al semáforo, porque siempre debían detenerse porque a esa hora siempre hay muchos autos. Cuando el hombre se acercó al semáforo tuvo que detenerse porque había otros autos esperando el cambio. Me hice notar, caminé cerca al auto, lo miré, el hombre me miró, le sonreí, el hombre me sonrió y bajó el vidrio y me dijo: "Quieres que te lleve a alguna parte preciosa?". Le dije, "pues... si quieres llévame a dar alguna vuelta". El hombre sonrió y me abrió la puerta. En el auto me preguntó: "Y que hacías en esa equina". Le dije: "Te digo la verdad, soy prostituta y más tarde tengo cita con un cliente". El hombre se sorprendió y me miró. "De verdad eres puta?", preguntó. "Sí", le respondí y lo miré coquetamente. "Que servicio ofreces", preguntó. "Todo, servicio completo", le dije. "Cuanto cobras el anal?", preguntó. Como yo no sabía de tarifas, le dije: "Pues te diré papito, tu me has gustado y si quieres anal conmigo, solo dime cuanto me ofreces y quizás vamos". El hombre me miró de arriba a abajo, miró mi trasero forrado en mi falda y me ofreció 2000 pesos que me pareció algo razonable. Lo miré, le sonreí, pensé: "lo logré" y le dije: "Acepto, papito, llévame al algún sitio y te lo doy, pero dame el dinero ahora". 10 minutos después estaba desnuda con el junto a una cama de hotel medio barato y se lo estaba mamando. Tenía buena verga y valía la pena mamarlo. Se lo mamé como 20 minutos. Luego me puso en cuatro al borde de la cama y me penetró con cierta facilidad por mi experiencia anal y porque me humedeció con saliva escupiendo varias veces mi hoyito. Cuando me penetro me sentí feliz porque había podido convencer a ese hombre que era una puta. Después de varios minutos se sentó en la cama y me hizo sentar encima, me moví arriba y abajo bamboleando mis tetas en frente de su cara pero a él lo que le importaba era mi trasero y me lo manoseaba morbosamente. Me hizo darle la espalda para ver como entraba y salía. gemía él y gemía yo. El hombre sudaba del ajetreo. Gruño y eyaculó, pero como buena puta yo le había hecho colocar condón, así que se lo ayudé a quitar y se lo limpié para que se lo mamara de nuevo. Otra vez se le paro la verga  y me lo volvió a meter por el ano pero esta vez se demoró menos pero me dio durísimo, creí que me iba a partir. Mis rodillas me dolían porque me las restregaba contra la sábana de la cama del movimiento tan fuerte que me hacía. Eyaculó en medio de gruñidos y casi gritos. Yo descansé de la fatiga pero excitada por la cogida. No logré sentir orgasmo, salí excitada de ese sitio. El hombre se fue en su auto y me quedé en la puerta de ese lugar parada como una puta barata, pues analicé que lo que el hombre me había ofrecido era poco pero a mi no me interesaba el dinero lo que quería era que me cogiera por el culo. Y lo logre.

Y bueno esa fue mi aventura , espero le haya gustado otra de mis vivencias . besos bye











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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.