viernes, 11 de agosto de 2017

Soy una Puta

La verdad es que desde niña siempre quise ser puta, eso de coger como una loca y que a cambio me pagaran era mi fantasía. Está claro que en casa no podía decir a lo que me quería dedicar pero cuando cumplí los 18 años, me puse a trabajar y a estudiar. Ya en el trabajo  empecé mi aventura como puta.

Aún me acuerdo de mi primera entrevista de trabajo. Llegué yo súper caliente porque antes de ir a la entrevista estaba viendo unas películas  porno. Fui súper mojada porque aparte me había metido un pepino por el culo. Así pues, fui a la oficina con la tanga mojadísima y con el culo súper dilatado.
Cuando llegué, lo primero que me dijeron que tenían que hacer unas pruebas de vestuario porque como era una agencia de edecanes, me tuve que cambiar de ropa. Ahí tenía para ponerme un mallon completo de licra, deja ver mis encantos, mis pezones y la tanga que llevaba  tenían una abertura en toda la parte de la panocha y el culo. A ello le acompañaban unas zapatillas altas negras. Con esta vestimenta me presenté ante el que iba a ser mi jefe.
En un primer momento me examinó: miró mis tetas, la panocha se me notaba muy bien , admiro mis nalgas , el vestuario se me pegaba muy bien en todo mi cuerpo, la forma de caminar y todo lo que tenía que ver con esa prueba.
Pasada esta parte, empezó la prueba de verdad. Yo ya estaba muy caliente y mi jefe se dio cuenta porque ya había humedecido la licra  Mi jefe me tomo la cabeza y me la puso delante de su verga para que empezase a chupársela, me agarraba de mi cabello obligándome a comerle toda la verga, casi no podía respirar. Cuando ya casi estaba medio ahogada por tener su grandísimo miembro en mi boca, llamó a uno de sus ayudantes con una verga aún más grande y me la empezó a meter por el culo. Yo no podía más: tenía dos vergas enormes; una que no hacía más que entrar y salir de mi culo y otra en mi boca que no me dejaba respirar. En esos momentos, mi jefe me dijo que aún me quedaba un agujero libre así que llamo a otro de sus ayudantes  y me la empezó a meter por la panocha.

De repente mi jefe me pidió que le mirara a los ojos mientras se la chupaba y cuando me di ni cuenta, tenía toda su leche  esparcida por mi cara. Justo en ese momento, el que me estaba dando por el culo salió de él para venirse  sobre mis tetas y él otro que me estaba cogiendo  por la panocha también se salió de mí para hacerme tragar toda su leche.


Ingenua de mí, yo pensaba que había acabado la prueba pero pronto aparecieron otros tres cabrones  que me estuvieron metiendo sus vergas por mis tres agujeros. Así pasé todo el día, cuando se  venían unos, me cogían otros pero al fin conseguí mi objetivo. Ahora estoy hecha toda una puta que porque aguanto que me cojan varios a la vez. Ese día conseguí el trabajo y muy bien remunerado, Ahora soy feliz porque soy una auténtica zorra a la que se cogen  todos los que yo quiera. bueno espero les allá gustado esta aventura que tuve hace años. besos bye.


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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.