viernes, 25 de agosto de 2017

Con el desconocido

Hola  desde que estaba chiquita me encantaba el sexo, y pensaba que me encantaría crecer rápido para probar una gran verga , mis padres trabajaban casi todo el día, así que yo tenía mucho tiempo para pensar en sexo, y bajarme la calentura, me desnudaba por toda la casa, y como siempre me ha gustado la luz, abría todas las ventanas, eran tres pues mi casa estaba en una esquina, y así andaba en la casa, recuerdo una ocasión en que estaba tan caliente y sentía un deseo inmenso de que alguien me cogiera, que el lubricante natural de mi cuerpo chorreaba hasta las rodillas, así que no pude más, y corrí a mi cama, me puse una almohada debajo de mi panocha y me empecé a mover con locura, hasta que sentí muchas puntaditas en mis labios, gritaba de placer, y me retorcía, toda esto con las ventanas abiertas, y era tanta mi calentura que no me importaba, en una ocasión se paró un hombre en bici frente a mi ventana, y yo estaba desnuda, el alcanzo a verme, y entonces se sacó su gran verga y me la ofreció, yo sonreí, y lo deje pasar fue ahí cuando cogí con un desconocido  por primera vez,  estaba tan caliente que me la metí con gran avidez a mi panocha, follamos en menos de diez minutos ,pues estábamos tan calientes que nos venimos pronto, yo me sentía como perrita en brama, así que no dure nada, pero fue emocionante, ahora sé que me arriesgue mucho, pero fue fantástico, ese hombre nunca volvió y ni era de por ahí, ni siquiera se quién me cogió, ahora sigo siendo muy caliente. Besos bye.






















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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.