Una mañana me levante muy
caliente y lo primero que fue es pensar en ser culiada. Y puse manos a la obra,
me metí a bañar y me empecé a meter los dedos por la Panocha y pensando en una
verga que me atravesara. Después me empecé a cambiar y me puse una
tanguita bien chiquita que casi se me
salía la panocha. Me puse un vestido de licra bien entallado blanco que
porciento se me trasparentaba todo lo que traía por debajo y se notaban las
nalgas bien ricas pues como tengo buen culo. Y unas ricas tetas. Después salí
de mi casa y me dirigí a una plaza
comercial nueva que abrieron por mi casa, ya dentro de la plaza me puse a mirar
los aparadores, había poca gente y varios proveedores que surtían los negocios,
conforme caminaba los hombres me miraban
tan buena que todos en este lugar tenían
unas ganas de cogerme. Pero no se animaban. Pero un proveedor no perdió la oportunidad para hacerlo. Se empezó
a acercar a mí se puso detrás de mí y se empezó a agarrar la verga y mostrármela , se acercó más a mí a
pegar su verga en mis nalgas, el muy desgraciado me tallaba la verga tan rico
que me empecé a mojar yo quería que se sacara la verga y me hiciera la tanga de
ladito y me la enterrara toda pero el muy perro me miraba que quería
disfrutarme al máximo el muy cabron me empezó a arrinconar en una zona muy sola
y comenzó a levantar poco a poco el
vestido y me fue metiendo la mano y me empezó a acariciar la panocha por encima
de mi tanga tan rico que se sentía el
muy perro me empezó a meter los dedos. Eso se sentía tan rico que ya no aguante
más y me voltie y primero le metí una cachetada, entonces le empecé. A garra la
verga tan grande que tenía el cabron se la empecé a chaquetear y como lo
disfrutaba me fui bajando hasta que llegue a esa verga tan gruesa y grande y
muy mal oliente pero eso más me calentaba y se la empecé a chupar tan rico que
el muy cabron se vino en mi boca hasta que termino me agarro de las greñas y me
levanto de golpe. Entonces me levanto una pierna y me empezó hacer a un lado la
tanga entonces yo ya no podía mas le pedía que gritos que me la metiera hasta
el fondo pero el cabron me acerco su vergota y me la empezó a tallar en mi
panocha Hacia que me mejora cada vez mes hasta que me dijo hasta que mi verga
este bien lubricada de tus jugos entonces me la seguía tallando hasta que ya no
pude más y se la agarre y me la metí yo misma y me empuje hacia el para que me
entrara hasta dentro entonces, se dedicó a sobarme mi panocha que estaba
empapada, me dijo lo puta que era, para ese momento yo ya no puse resistencia y
me deje hacer, después de masajearme me hizo sostener mis brazos en mis
rodillas para pararme el culo y me embistió mi panochita. Lo sentí tan dentro,
lo hizo sin parar y de una forma brutal, yo gemía y le decía que me dolía que
parara pero al poco tiempo fue todo placer, solo gemía y me venía, me hizo venirme
muuucho, explote de una manera que parecía que me había metido a bañar,
chorreaba de jugos, después de venirse haciéndome explotar otra vez me
arrodillo y me la metió para que se la mamara, se la mame hasta que se hizo
grande otra vez y se vino en mi boca! Me baje el vestido y regrese a mi casa o, no sabía qué hacer, mis
piernas escurrían de jugos, pero fue una
experiencia muy caliente que pienso volver a repetir.
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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.