lunes, 3 de abril de 2017

En la playa me llenaron el culo de leche

Hola  les voy a contar como me cogieron durante unas vacaciones en la playa.
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Con mi marido tenemos buen sexo, lo que más le gusta a el es que le chupe la verga y los huevos y acabarme en la cara y en la boca. A mí lo que más me gusta es que me  de por el culo, acabo mucho más intensamente. Solemos fantasear con que me cogen otros y yo le cuento. En realidad el no sabe que a veces me dejo coger con algún compañero de trabajo y que por lo menos una vez a la semana le chupo la verga a mi jefe, pero me encanta dominarlo con mi boca y mi lengua. 
Bueno.
Volviendo a las vacaciones, notaba en la playa que un tipo de unos 45 años, medio mulato y con un terrible bulto me miraba. Yo por mi parte me mostraba bastante cuando notaba que me miraba, me metía bien dentro del culo la tanga y me acostaba boca abajo, hacía como que buscaba cosas para ponerme en 4 patas y cosas así. 
Un día se acercó, yo estaba sola en la playa y me preguntó directamente si nos podíamos ver. Le dije que no sabía, ¿que le iba a decir a mi marido?, pero quede en que tal vez fuera a la playa sola al mediodía. 
Fui a la casa, mi marido estaba preparando unos tragos, lo deje tomar bastante y después le dije: ven que te quiero chupar la verga. Me arrodillé, le bajé el short y se la empecé a chupar. Mientras le lamía los huevos (le encanta) le dije:¿te gustaría que me coja otro? Caliente como estaba, me dijo que le encantaría si después le contaba todo con todos los detalles. Entonces paré de chupársela, por ahí si lo hacía acabar se le iba la calentura y se arrepentía. Le dije: en una hora mas o menos vuelvo. 
Me fui a la playa, en tanga y una blusa corta, me encontré con el tipo y le dije: tengo una hora, dónde vamos?. Me llevó a unos matorrales que estaban cerca de la playa. La verdad que yo esperaba algo más cómodo pero también me daba más morbo hacerlo  al aire libre. Cuando llegamos me empezó a besar, más bien a chuponear y lengüetear la boca, mientras me apretaba el culo y me metía la mano entre las piernas. Yo le empecé a apretar la verga por encima del short, parecía enorme y re-dura. Me dijo: desnúdate y chúpamela, mientras se sacaba el short. Ahí se la vi, era bastante larga pero sobre todo re-gorda llena de venas marcadas y con una cabeza gordísima, me encantaba. No me hice rogar, me saque todo, me arrodillé y empecé a lamerle los huevos, que eran grandes, después le lamí toda la verga y finalmente se la empecé a chupar con ganas. Se la habré chupado unos 5 minutos y sin aviso, me empezó a acabar en la boca una cantidad enorme de leche que casi me ahoga. Tragué bastante, y otra parte la escupí. Era una leche muy espesa y salada. La verdad es que me encanta que me acaben en la boca. También me gusta en la cara. Lo que no me gusta tanto es tragarme la leche, pero a veces no hay más remedio y siempre algo se traga. Después descansamos un rato hasta que se la chupé un poco de nuevo, me di vuelta, me agaché y le pedía que me la metiera. Me la ensartó de un empujón, estaba re-mojada, y me empezó a dar con todo. Me encantaba, era re-morboso estar así entre los matorrales y a la luz del día cogiendo con un desconocido. Empecé a mover el culo como loca y a decirle toda clase de guarradas. Dale cógeme más fuerte, que verga tienes ojalá me cogiera así el cornudo de mi marido, rómpeme la concha, etc. El tipo me daba con todo, también me contestaba las guarradas y de pronto me metió un dedo por el culo, me empecé a mover más fuerte y a gritarle más. En eso la sacó y trató de metérmela por el culo, yo quería, pero no teníamos lubricante, y pese a que me hacen el culo bastante seguido soy bastante estrechita de ahí. Le dije, espera, y se la chupe de nuevo baboseandosela bien, me di vuelta, me abrí bien las nalgas y le dije dale rómpeme el culo. Pero no entraba más que la punta y me dolía. Entonces le dije que pare y me siga dando por la concha. Se sentó en la arena y yo me senté encima ensartándome la verga hasta el fondo y me lo cogí con todo. Le dije que cuando quiera acabar le quería chupar la leche de nuevo. Ahí nomás me puse en cuatro patas entre sus piernas, le lamí los huevos y lo empecé a masturbar  con las 2 manos. Me acabó por toda la cara de nuevo una cantidad increíble de leche. Me la re-lamí, me refregué la verga por toda la cara y me chupé los dedos con leche. El tipo me miraba lo puerquita que soy. Le dije que ya me tenía que ir y que tal vez nos podíamos ver al día siguiente para seguirla. Me volvía a casa con toda la cara y el pelo enlechado y pegoteado. Cuando llegué le mostré a mi marido y le conté todo, se calentó tanto que solo quiso masturbarse  y llenarme la cara y la boca de leche. Eso sí, a la noche agarró el frasco de lubricante  y me la dio por el culo con todo mientras me decía que era una puta. Me hizo acabar 3 veces por el culo. Al día siguiente no fui a encontrarme con el tipo porque me dolía el culo. Al otro día agarré el frasco de lubricante, mientras mi marido dormía y me encontré en el mismo lugar con el mulato. Le mostré el frasco de vaselina y le dije: hoy quiero que lo hagas por el  culo, pero primero me lo chupas, si no no me lo haces. Entonces nos acostamos en una lona que había llevado e hicimos  el 69, a veces yo arriba, a veces él y de costado. El me chupaba la concha y sobre todo el culo y yo le chupaba todo, la verga, los huevos y también el culo. Así acabé 2 veces y el me llenó la boca de leche, tan adentro que esta vez me la tuve que tragar toda. Descansamos un rato, nos empezamos a calentar de nuevo, se la chupé para dejarla bien parada y dura, agarré el lubricante, le puse un montón en la verga y después se la di a el diciéndole: lubrícame bien el culo. Me llenó el culo de lubricante primero con un dedo después con 2 y hasta con 3 dedos bien adentro. Me agaché y le dije dame con todo. Me ensartó la verga de un empujón hasta los huevos. Pegué un grito en ese momento pero enseguida me sentí en la gloria. El me bombeaba con todo y yo movía el culo como loca y no dejaba de pedirle: más fuerte, más fuerte. Le pedí que me metiera 3 dedos en la concha mientras me rompía el culo y ahí acabé como una perra. Le pedí que me llenara el culo de leche y entonces empezó a acabar. Me tiro como 7 chorros fuertes. La verdad nunca nadie me había llenado el culo con tanta leche. La sacó, toda enlechada y blanda y se la chupé de nuevo hasta que acabó otra vez, aunque bastante menos. Ya satisfecha y con el culo bien abierto me regrese  rápido a casa tratando que no se me saliera toda la leche. Cuando llegué, mi marido todavía dormía. Lo desperté chupándole la pija y cuando estaba bien caliente le dije mira, mira lo que tengo en el culo: me puse en cuclillas en el piso de manera tal que me viera bien el agujero del culo abierto, hice fuerza y saque toda la leche que tenía, salió un montón que dejo un charco en el piso. Con una sonrisa bien de puta, me dijo eres re-puta, me mando a lavarme el culo y en el baño me cogió  y después me llenó la cara de leche. No sé si le había gustado tanto como me rompieron el culo y lo de la leche,
No volvía a coger con ese tipo de la playa, pero la verdad que fue muy morboso y excitante. Cuando tiempo después se lo conte a una amiga no podía creer lo puta y puerca que había sido. 




















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Me incorporo y le sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido. El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro está cubierto por el vestido mis senos, mi panocha se encuentren frente a el.